4 Butacas de 5
Nanni Moretti es un poeta audiovisual. Su cine está cargado de metáforas llenas de humor con imágenes que el espectador recuerda casi sin hacer memoria. Es difícil no ligar la figura de Nanni Moretti a una vespa o incluso a una secuencia musical repleta de alegría y divertimento.
Después de 30 años del estreno de Caro Diario, su director, hace una cinta, El sol del futuro, que desde el cartel pretende unirla con la ya clásica película, que aunque en esta ocasión los personajes viajan en alguno de sus planos en patinete eléctrico, los fotogramas siguen conteniendo los elementos tan diferenciadores de este creador cinematográfico, mostrando más que nunca que el tiempo pasa, pero aunque hayamos cambiado, siempre queda algo de nosotros, de ese pasado a veces tan lejano donde la mujer que amábamos nos quería e incluso, como le pasa al protagonista de esta historia, nos producía las películas.
El sol del futuro es una película optimista, donde, aunque el propio director sea de nuevo el protagonista de su obra y viva de alguna manera entre la realidad y la ficción, apuesta por la autoparodia, riéndose de muchas de sus cualidades y actitudes, a la par que de muchos rasgos de la actualidad. Introduce una vez más el cine dentro del cine para hablar de sí mismo, pero también para hablar de todo aquello que ya no está, de todo lo que podría ser y ha sido, mostrando en ella planos de míticos filmes como Lola de Jacques Demy o La dolce vita de Federico Fellini.
La música, además, acaba siendo la guinda de esta película con tantas películas en sí misma, donde las notas de Franco Battiato salen a relucir y culmina con un final rebosado de armonía que nadie en la sala podrá escaparse de todos sus pasos y los planos que lo envuelven.
El mejor Nanni Moretti está ahora en la gran pantalla y no hay sol mejor para esclarecer el presente, rememorar el pasado y augurar un destacado futuro.