4 Butacas de 5
Esta semana llega a las carteleras españolas la última película del director Daniel Calparsoro en su cuarta colaboración con Luis Tosar en la que la ciudad de Madrid sufre un atentado yihadista. Entre el reparto encontramos a actores habituales del director como Roberto Enríquez o Patricia Vico a quien se suman Inma Cuesta o Nourdin Batan.
La película arranca cuando Santi (Luis Tosar) un taxista apocado y tristón que recoge a quien cree ser una víctima en un atentado en el aeropuerto de Madrid pero que en realidad es uno de los de los terroristas y éste le toma como rehén. A partir de este momento, se establece una huida por Madrid con consecuencias inesperadas para este dúo peculiar. La película se toma su tiempo para desarrollar la relación entre Santi y Hamza (Nourdin Batan) alejando al terrorista del cliché de yihadista tan visto en este tipo de tramas así como también para explicar la complicada situación por la que atraviesan Santi y su familia. De forma paralela, su mujer (Patricia Vico) y su hijo (Lucas Nabor) emprenden una búsqueda por toda la ciudad al no localizarlo y la policía comienza una investigación para tratar de saber quién está detrás del atentado del aeropuerto.
En un momento determinado de la trama Santi aparece en un lugar de la ciudad portando un chaleco lleno de explosivos convertido en bomba humana. A partir de este momento, la película va escalando en tensión hasta apoderarse de la narración y dejar al espectador al borde del infarto. Toda esta parte de la película está rodada de una forma magistral dejando como icónica la imagen de Santi con el chaleco de explosivos por la ciudad de Madrid como se puede ver en el trailer. El espectacular despliegue policial así como el desarrollo de todo lo que tiene que ver con el operativo está rodado de forma magistral como Calparsoro ya demostró en Cien años de perdón con la que podemos encontrar puntos en común como la forma de rodar la tensión, los planos aéreos, la fotografía azulada o algunos de los actores.
Patricia Vico y Lucas Nabor están fantásticos dentro de un drama familiar a quien se les añade la situación tan extrema por la que pasa Santi mientras que Luis Tosar añade una nueva actuación descomunal a su curriculum dando vida a un hombre roto que no se permite seguir adelante envuelto en situación extrema. Inma Cuesta y Roberto Enríquez cumplen eficientemente como Pilar Montero, la comandante a cargo del operativo policial antiterrorista y como Gerardo el agente de inteligencia pero la película no deja espacio para desarrollar más a sus personajes algo que habría sido interesante de ver sobre todo por el inicio de la relación entre ellos.
Si los espectadores siguen la ficción nacional y están atentos se darán cuenta de la cantidad de caras conocidas que van apareciendo en la película.
Todos los nombres de Dios es un intenso y entretenidísimo thriller con un reparto fantástico y un soberbio Luis Tosar al borde del infarto.