4 Butacas de 5
¿Puede haber algo más terrorífico que la cuesta de septiembre? La Monja 2 llega para demostrar que sí, existe algo más terrorífico y, además, viste el hábito clerical. Desde su tan reconocible primera aparición en The Conjurin 2, Valak se erigió como una de las fuerzas demoníacas más aterradoras y desafiantes del universo Warren construido por James Wan. A través de un spin-off trataron de dar protagonismo al demonio con una cinta que se quedaba a medio camino. La Monja (2014) se acercaba más a un cuento gótico de serie B propio de Halloween que a lo que de verdad pretendía ver el público. La entidad demoníaca tan solo asustaba y retiraba de su paz a un grupito de monjas de clausura sin mucha gracia. Ahora, en una nueva entrega de la franquicia, el terminó demonio despierta todo un catálogo de sustos y horrores que no dan tregua y terminan por demostrar el poder de tan terrible demonio.
La Monja 2 es la propuesta de terror católico definitiva. Michael Chaves (La llorona, Expediente Warren: Obligado por el demonio) pone toda la carne en el asador y no da respiro alguno. Un catálogo de horrores, sustos y pesadillas exprimidas hasta la última gota. La cinta lleva todas sus ideas hasta las últimas consecuencias sin miedo a fallar y consiguen un más que notable producto terrorífico. Secuencias que quitan el aliento, sustos y apariciones por doquier y un demonio que da todo de sí para perturbar y aterrorizar a nuestras protagonistas.
Uno de los grandes aciertos de la cinta es trasladar la acción de un remoto convento en Rumania a una pequeña ciudad francesa, más concretamente a un internado de niñas. La Monja 2 continúa la trama un par de años después de los acontecimientos de la primera entrega y explota, desde el primer minuto, todo el potencial antes desperdiciado por una predecesora demasiado conservadora. Hay secuencias de terror que roban el aliento y otras que consiguen estremecerte en el asiento. Valak desplega todo un arsenal de apariciones tan inesperadas que el espectador tendrá que revisar dos veces debajo de la cama antes de irse a la cama tranquilo.
La película es un perfecto pastiche de subgéneros del terror: cine de posesiones, apariciones, demonios, exorcismos y aventuras. La película tiene de todo y no da respiro. Un guion un tanto simple y por momentos demasiado resolutivo es lo único que puede sacar al espectador de una cinta de la que es difícil bajarse en marcha. Todos los actores entregan lo mejor de sí mismos y se nota en pantalla. La monja 2 es la película de terror definitiva y que nadie puede perderse para llevar con mejor actitud la cuesta de septiembre.