3’5 Butacas de 5
Cuando parecía que el espectador ya había visto todo sobre el Club Los Amigos, Javier Fesser, junto con el trabajo de guion de Athenea Mata y la colaboración de David Marqués, consiguen reinventarse a partir de un concepto que ya fue un éxito en 2018 gracias a la película Campeones, sorprendiendo esta vez al espectador con mucho juego limpio y carreras inesperadas.
Fichajes como Brianeitor y la gran complicidad que adquiere con el actor Sergio Olmo, son algunos de los grandes aciertos que emocionan y enganchan a partes iguales durante el filme, alabando también esa inclusión de otras maneras de hacer deporte y de sobrellevarlo dando una vez más una lección al público de cómo sí que pueden llevarse a cabo hechos que a veces parecen imposibles.
No era fácil olvidar el protagónico de Javier Gutiérrez en la primera entrega de Campeones, ya que su carisma y su manera tan sobresaliente de ejecutar el papel es un hecho imborrable, pero en esta ocasión, Elisa Hipólito defiende gratamente su personaje, dándole más inocencia y alejando al espectador de esa idea prototípica que puede llegar a tener impregnada acerca de un entrenador deportivo.
Como ya había hecho en múltiples ocasiones a lo largo de su carrera Javier Fesser como creador, demuestra ser observador, hábil y reflexivo con ciertas cuestiones sociales, añadiendo nuevos elementos a este filme que eran necesarios teniendo en cuenta la actualidad más inmediata, como una protagonista mujer y joven, los deportes electrónicos, la vivencia de un ictus o la homosexualidad.
Aunque en cuanto a originalidad no supera del todo a Campeones, que quizás ese era el reto más difícil, tiene puntos positivos que harán que el espectador salga satisfecho, conmovido y con ganas de seguir viendo más vertientes de este grupo de amigos. Es imprescindible destacar de igual forma, ese último tercio del filme que demuestra una gran habilidad y maestría de la técnica del director Javier Fesser, que, aunque desde el punto de vista temático en cuanto a la realización no tiene mucho que ver con lo rodado previamente dentro de su carrera cinematográfica, sabe lo que hace y sin duda alguna, tiene claro lo que quiere esta vez contar.
Por tanto, Campeonex, es, en definitiva, una película con secuencias repletas de humor, alguna que otra lágrima, además de sobresaltos y alguna que otra flexión. El espectador no podrá evitar salir desencajado y emocionado a partes iguales. La humanidad, el respeto y el buen trabajo de este gran grupo ya conocido por el espectador español, debería ser un incentivo para correr a los cines en estas vacaciones de verano.