4 Butacas de 5
Tras haber recibido el galardón de mejor película de animación en la última edición de los premios de la academia japonesa y después de haber recaudado más de doscientos veinte millones de dólares en la taquilla mundial, llega a nuestras pantallas The First Slam Dunk, la primera cinta para cines de la aclamada franquicia nipona que supone una precuela del manganime, una fórmula que tan bien ha funcionado en los últimos años en otras series de este estilo con el fin de atraer nuevas audiencias y consolidar las ya existentes. Para tal cometido, el propio autor del manga original, Takehiko Inoue, ha asumido las funciones de director y guionista, regalándonos una película fiel a su estilo como dibujante, pues la combinación de animación tradicional con animación 3DCG (que ya vimos, por ejemplo, en la última película de Dragon ball) hace que apenas se noten cambios en el traslado del papel al celuloide. Podemos decir, pues, que es una de las mejores adaptaciones de un manga al cine; no en términos argumentales, pues, como ya hemos dicho, estamos ante una precuela, pero sí en términos estilísticos, tanto en dibujo como en espíritu narrativo (el fan reconocerá a sus baloncestistas favoritos en los protagonistas de este largometraje).
En cuanto al argumento, no estamos ante un film demasiado original si tenemos en cuenta otras cintas de temática baloncestística (o el propio anime), pero sí podemos decir que mantendrá al público expectante desde sus primeros minutos hasta los últimos compases de la obra, pues The First Slam Dunk combina dos tramas que despertarán el interés del respetable (que no necesitará conocer el anime original para disfrutar del largometraje): un vibrante y emocionante partido donde el equipo del instituto Shohoku se enfrentará al vigente campeón (el instituto Sannoh Industrial), que representa la faz más aventurera del filme; y unos flashbacks sobre el personaje de Ryota Miyagi (que aquí gana el protagonismo que pierde Hanamichi Sakuragi, el habitual rol principal del manganime), que servirán como vertiente dramática para conocer el periplo vital del joven. Tal vez no todos los flashbacks funcionen a la hora de empastar el conjunto, pero sí para construir un vínculo entre personaje y público, haciendo más humana una obra que podría haberse conformado con ofrecernos un simple partido de baloncesto.
Y si hablamos de lo formal, este es, sin duda alguna, el punto fuerte de esta precuela, pues quien escribe estas líneas ha de reconocer que hacía mucho tiempo que no le sorprendía de tamaña manera la animación de una película. Hay que decir que el mundo del anime tiene cada día más adeptos a lo largo y ancho del globo terráqueo, pero no es menos cierto que cada vez son menos los estudios que arriesgan en regalar al fan de este tipo de seriales productos ciertamente innovadores (aunque hay algunos como MAPPA o CloverWorks -por decir un par de ejemplos- que mantienen un nivel constante en sus obras), por lo que es de agradecer que haya mangakas como Takehiko Inoue que se aventuren a dar el salto a la imagen en movimiento sin perder un ápice de su impronta. El detallismo del dibujo que aquí vemos, sumado a su incuestionable belleza visual, hace que cada fotograma de la película que nos atañe sea una obra de arte.
En definitiva, podemos decir que The First Slam Dunk es una muy recomendable propuesta a la hora de elegir qué ver en los cines en este período estival, pues su capacidad de conjugar forma y fondo y de mantener la emoción del espectador en todo momento hacen imprescindible este film que es, al fin y a la postre, uno de los mejores que un servidor ha visto este año en una gran pantalla.