4’5 Butacas de 5
Siempre sentí que esta saga peleaba duro por, sin perder su esencia, ir consiguiendo su sello. Empezó muy fuerte con la primera película en cuanto a presentación de personajes y mundos imposibles de mentiras, secretos y tramas engañosas. Tanto que la mayoría seguimos perdiéndonos en dicha trama por mucho que la veamos, aunque la amemos con locura por ese “algo” inexplicable que todo amor trae consigo. Ese algo que te empuja a declarar “Cuanto te deseo y que belleza la tuya, aunque tanto me cueste entenderte”.
Tanto fue así, que en la segunda decidieron darle la vuelta y hacer una trama tan insulsa que ni aún llenándola de acción al más puro estilo John Woo, paliaba el hecho de haber perdido a muchos amantes de Ethan Hunt por el camino.
A partir de la tercera empezaron a cambiar las cosas, dando comienzo a un viaje de acercamiento entre la acción conseguida de la una y la historia contada en la otra. Con aciertos y errores, pasando por un sinfín de homenajes a grandes directores del suspense y la acción, a lo largo de las siguientes 4 películas, pareciera que al fin este equipo del IMF haya encontrado su tono perfecto.
Ese difícil equilibrio entre la profundidad de los personajes, su humanidad, la historia contada y el sosiego necesario en el guion, haciendo que un diálogo bien escrito y excelentemente montado este a la altura rítmica de la mejor escena de acción. Ojo a los maravillosos saltos de eje que no parecen tales gracias al maravilloso uso del montaje mencionado, que transmite al 200% esa sensación de personajes vigilados desde todos los ángulos posibles. Es la pieza más humana de toda la saga. Eso es así.
Más humana en su acción tremendamente física, en sus miradas, en sus silencios, en sus sonrisas, en la amistad declarada por sus personajes, en su piel, en sus pérdidas, en sus protagonistas y en sus secundarios. No es baladí que empiece con ese tono pausado de Ethan Hunt, desde la oscuridad, pareciendo que a va a matarte o a llorar en cualquier segundo. Ese es el equilibrio que mantendrá a lo largo de toda la pieza, esa contradicción entre dos emociones, personas o planes.
No hay un personaje malo en esta trama. Todos tienen fuerza, ya sea en los momentos cómicos, dramáticos o físicos. Por ello queda perfectamente justificada la escala sucesiva de contrapicados usados sin miedo por parte de Christopher McQuarrie o el abuso sin temor de los primeros planos, haciendo poderosos y carismáticos a todos y cada una y convirtiéndolos en potenciales piezas vencedoras o perdedoras ante el gran enemigo, una vez más, y ya siendo clave en nuestro cine más actual… la Inteligencia Artificial.
Por ello es perfectamente natural que esa sea el arma más poderosa con la que dibujar a los personajes en esta nueva entrega. SU HUMANIDAD. Lo único que una máquina no puede tener, ni robar… lo único con lo que poder luchar y dar una respuesta no prevista por el tenebroso algoritmo.
Como bien dice uno de los personajes “cuando el enemigo acecha al mundo entero, mi bando son todos.” Y así es. Sin más. Frente a la máquina, todos somos parte del mismo equipo.
Hablando de enemigos, digno de alabar el encontrar un nuevo antagonista a la altura (dejando a un lado la IA mencionada), con un Esai Morales (Gabriel) soberbio. Con un temple y una clase que pocas veces se han visto en el archienemigo de estas cintas, solo a la altura desplegada por el enorme Sean Harris. Siendo el trabajo de Morales elegante a la par que peligroso, sin caer en la caricatura, dejándonos muchas preguntas que resolver cara a a la segunda entrega de esta ‘Sentencia Mortal’.
Por no hablar de nuestra querida Pom Klementieff (París) a la que ya cogimos cariño en Guardianes de la Galaxia y que aquí hace alarde de su maestría física, no solo en lo que la acción se refiere, sino expresando rabia, pasión, odio, erotismo… y todo ello sin abrir la boca en las 2 horas 45 minutos que dura la pieza.
Aprovecho para decir que pocas veces el tiempo pasa tan rápido. Lo cual habla de un guion y montaje perfectamente ejecutados.
Volviendo a mi primera reflexión acerca del equilibrio perfecto… que curioso que el clímax vuelva estar sobre el techo de un tren poco después de haber mandado una moto a tomar por culo desde el acantilado más alto posible.
Quizás sea la manera de decir “Esto era la buena mierda que buscábamos, esperamos que al fin estemos todos de acuerdo.”
Básicamente, si te encantó la sumamente farragosa trama de la primera quizás este se te quede un pelín más simplona.
Si te fascino la acción apoteósica de Fallout, quizás esta te parezca un pelín más “paraíta”.
Pero si, como yo, estabas esperando a que al fin se diera el equilibrio perfecto, bienvenido a SENTENCIA MORTAL. De enano a enano/a… “Vas a disfrutar mucho amiguito, vas a bailar cada acorde amiguita. Vais a flipar de manera que ya creíais… imposible”.
Post: Yo personalmente me voy a quedar sin uñas hasta que llegue la PARTE II. Por eso no le voy a dar un 5, por dejarme a emoción abierta hasta nueva orden por primera vez en toda la saga, malditos.