4 Butacas de 5
En los tiempos que corren, levantar una película como Flash no debería costar demasiado, sin embargo, esta ha sido una de las odiseas más grandes a las que un proyecto de superhéroes se haya enfrentado jamás. Tras numerosos cambios de director, reescrituras de guion, polémicas, rumores y retrasos, por fin, el 16 de junio podremos disfrutar de una de las grandes historias del velocista Barry Allen en la gran pantalla. Y es que Flash es el evento multiversal que tanto ansiaba el universo DC. Esa película tan de moda hoy en día donde las franquicias aprovechan para echar la vista atrás y rescatar, tirando siempre de nostalgia, sus grandes pepitas de oro.
Flash narra uno de los eventos más importantes en la historia de este personaje. En su incansable búsqueda de una solución para revertir la tragedia que lo rodea, Barry Allen viaja en el tiempo y altera la línea temporal provocando una inevitable cadena de sucesos a cada cual más desastroso que el anterior. Se queda atrapado en una realidad que no es la suya y, con la ayuda del Batman de Michael Keaton, Supergirl y su otra versión tratarán de detener la inminente amenaza de Zod.
La película es el evento que todos los fans de los personajes de DC estaban esperando. Volver a ver a Michael Keaton enfundándose el traje del murciélago es motivo más que suficiente para pagar la entrada de la cinta. Pero es que no es solo eso, Flash va mucho más allá de la nostalgia y nos brinda una historia emocionante sobre Barry Allen y su tragedia. Un velocista que puede viajar en el tiempo pero que es incapaz de recuperar aquello que más quiere. La película enseña al héroe que ciertas cicatrices son necesarias y conforman a las personas tal y como son.
La trama es muy dinámica y esta nueva entrega superheróica se pasa literalmente volando a pesar de sus dos horas y media de duración. El guion avanza de forma muy orgánica y con ciertos alivios cómicos que le sientan bien y tanto caracterizan a las historietas de Flash. La película crece cuando Keaton y Supergirl están en pantalla y las aventuras de este heterogéneo grupo de héroes son de lo mejor del filme. Puede que en el desenlace peque demasiado por nostálgico, los efectos especiales necesitasen una capa más de trabajo y el tema del multiverso ya esté demasiado explotado, sin embargo, nada consigue hacer sombra ni emborrona un producto hecho única y exclusivamente para el disfrute.
Flash es la película de DC que tanto estaban esperando los fans. Una cinta ágil y correcta que utiliza uno de los personajes más carismáticos para introducir el multiverso. Barry Allen consigue, a pesar de su velocidad, que lo sigamos de la mano y exploremos las dimensiones de su tragedia.