3’5 Butacas de 5
La nueva película del director italiano Pippo Mezzapesa, “Ti mangio il cuore” presenta la historia ya vista en otras ocasiones de mafiosos que intentan obtener su venganza bajo el lema “ojo por ojo” pero con un estilo visual y tono nunca antes vistos, o cual la convierte en una obra interesante dentro del panorama cinematográfico actual.
En general, Mezzapesa, quien también es escritor de la misma, combina los elementos mafiosos del clásico “El Padrino”, el melodrama y amor prohibido de “Romeo y Julieta”, y la estética visual de la reciente “Cold War” de Pawlikowski. pero desafortunadamente, su exceso de significados narrativos y ambigüedad en el tono, ya que a veces parece que es otra película, hacen que el filme logre a medias su cometido.
Por otro lado, se nota que tiene un enfoque teatral, desde pocas locaciones, pocos movimientos de cámara, hasta tener la mayoría de las tomas muy frontales a los protagonistas. De hecho, las actuaciones que sin destacar y ser un poco acartonadas, la protagonista Elodie, famosa cantante italiana, hace un muy buen trabajo.
Rodada en blanco y negro y con toques de documental, la película busca realzar el poder femenino, en un mundo de barbarie masculina, pero se pierde en una narrativa lenta y contemplativa. No obstante, y aunque la decisión de rodar en blanco y negro es arriesgada porque la historia transcurre en el presente, después se entiende que no solo fue una decisión estética sino también narrativa.
A pesar de todos esto, y como se podía intuir, la fotografía es especialmente cuidada y estéticamente bella, cada plano realza el excelente trabajo del departamento de iluminación y sientes que con solo verla ya estás ante una gran pieza audiovisual.
“Ti mangio il cuore” es la mafia italiana en blanco y negro que quiere aprovechar su bella estética visual para narrar de nuevo una historia de mafiosos vengativos y que solo saben vivir enemistados durante décadas con la misma familia del otro lado del barrio, pero con un toque de amor prohibido que harán que quieras esperar a su inevitable final.