4 Butacas de 5
Por todos es sabida ya la habilidad de James Gunn para moldear los blockbusters a su antojo y convertirlos en productos exitosos. En los últimos 10 años todo lo que toca se ha convertido en oro y lo demostró al revitalizar el universo DC con la intrépida y original Escuadrón Suicida o con la serie de televisión El Pacificador. Guardianes de la Galaxia revitalizó y aportó un nuevo tono a un Marvel Studios que estaba virando demasiado hacia la oscuridad. Con esta tercera entrega se cierra una trilogía que nos ha regalado personajes y situaciones icónicas dentro del cine de superhéroes.
Guardianes de la Galaxia Vol. 3 parte con la misión de cerrar todos y cada uno de los arcos de los personajes y, al final del camino, cumple con éxito. La película nos sitúa muy cerca de Rocket, un personaje con un protagonismo sorprendente en una cinta donde descubriremos su pasado y navegaremos por la profundidad de un trauma ocasionado por un villano que juega a ser un dios. Los Guardianes, como una banda de rock a punto de retirarse, se reúnen para una última gira. No pueden dejar morir a uno de sus compañeros.
Gunn dirige con habilidad una película ágil y muy entretenida. Líneas de dialogo chispeantes y una puesta en escena correcta. Las escenas de acción son apabullantes y los efectos digitales son de lo mejor de los últimos proyectos de Marvel. El universo que rodea a estos intrépidos personajes es extremadamente rico en variedad y originalidad. El diseño de los espacios y de las criaturas es fabuloso y no se le puede poner ni un pero. Da igual lo que aparezca en pantalla, un perro hablando o un cerdo-calamar-robot gigante, porque te lo acabarás creyendo.
Guardianes de la Galaxia Vol. 3 nos habla de la heterogeneidad, del rechazo a lo diferente. Desde la primera película, uno de los alicientes principales era el siguiente: ¿cómo puede un grupo de seres tan diferentes entre ellos salvar el universo? Pues bien, la película regresa sobre esta premisa para explotar todas esas diferencias. Nos coloca un villano que ansía la perfección y que no está a gusto con lo diferente para demostrarnos que, al final del camino, uno se da cuenta que lo mejor es aceptar tal y como son las personas sin necesidad de cambiar nada de nadie. Ni siquiera fustigarse a uno mismo por ser diferente a lo que los demás esperan, porque es esta diferencia la que realmente nos hace valiosos.
La película es altamente entretenida y cierra con un broche de oro una trilogía que quedará para el recuerdo. Los Guardianes de la Galaxia bailan, ríen, lloran y salvan el universo, son un grupo de personajes icónicos dentro del universo Marvel y lo demuestran en una cinta donde, pese a los evidentes protagonismos, todos brillan. Una acción espectacular, unos diálogos siempre hilarantes y un ritmo endiablado que hace de esta película toda una experiencia.