4 Butacas de 5
Cuando un largometraje se preocupa al más mínimo detalle por los aspectos técnicos de la historia, no importa el género o la trama porque vale la pena ver cada segundo, y es lo que logra “Plan 75”, una historia tan humana como aterradora.
Chie Hayakawa dirige este filme dramático, con toques de ciencia ficción, para presentar una crítica hacía la sociedad, sobre todo asiática, por el maltrato a los ancianos, que son tratados como el eslabón más débil, así como los beneficios o las desventajas de la eutanasia y del capitalismo.
El título “Plan 75” lo cuenta todo, ya que es la historia de tres personajes que deben lidiar, cada uno desde su perspectiva, con el famoso Plan 75, una propuesta del gobierno japonés para reducir la población mayor de 75 años y así aumentar las ganancias del país.
Esto lo logran invitando a los ancianos como si fuera un plan de hotel 5 estrellas y todo incluido, porque los sobornan para que acepten el programa, para que felizmente elijan el día de su muerte: “El ser humano no puede elegir nacer, pero estaría bien que pudiéramos elegir cuándo morir”, es una de las frases que se oye en las salas de espera.
La historia se divide en un montaje en el que los personajes convergen y se separan como líneas paralelas hacia un mismo esperanzador final. Vale la pena esperar hasta la última imagen por lo bella y poética que resulta. Hay una subtrama que involucra a una madre y a una hija en apuros que no termina de aportar a la trama, pero en general cuenta con buen ritmo. Eso sí, la primera escena puede descolocar un poco, ya que directamente no tiene que ver con la trama principal ni con el tono, solo funciona como gancho.
Las actuaciones de Chieko Baishō, Hayato Isomura y Stefanie Arianne, están a la altura, puesto que personifican bastante bien a Michi, Hiromu, y María, respectivamente y logran que empatices y reflexiones en cada momento.
Como comenté al inicio, los aspectos técnicos de esta película son para estudiarse, el uso del foco para generar otra capa a la narrativa, la iluminación claroscura y la fotografía que, combinada con la minuciosa puesta en escena, hace que te involucres desde el inicio.
“Plan 75” es aterradoramente realista porque presenta un futuro distópico digno de una película de ciencia ficción pero que seguramente viviremos en un tiempo cercano por el preocupante y rápido crecimiento poblacional.