5 Butacas sobre 5
Si tuviéramos que personificar una manera optimista a la par que motivadora de ver la vida, este artista aparecería ante nuestros ojos al instante.
Un recorrido que resume los orígenes armenios del violinista haciéndonos comprender la estrecha relación que la culturas y la mezcla de estas con su música, una música que remueve a todos los públicos por igual, por clásica que sea (nada en contra de ella eh).
De hecho, uno de los puntos que nos trata de transmitir es el recibimiento universal de su forma de interpretar la música clásica; de cómo imprimiendo su propia esencia consigue que se realice una lectura novedosa de un tipo de música que normalmente ubicamos en esferas sociales muy concretas.
Entrañable paseo por la vida de una persona que ha recorrido medio mundo en busca de esa chispa que le ayudara a conocerse, alcanzar ese destino que al final le fueron proporcionando todas aquellas horas de su vida dedicadas al violín.
En esta pieza, Nata Moreno (Le chat doré, Al’Amar) consigue extraer esa magia que relaciona el violín y la música con todos los aspectos de la vida de Ara. Desde la guerra hasta la cuna de su hijo. Pero no solo interviene Malikian, amigos, familiares, vecinos…todos ofrecen su punto de vista; todos nos construyen una imagen de ese hombre que se deja poseer por el “espíritu violenero” que le ha forjado como persona.
Hasta tal punto es atrayente la figura de este señor que el ritmo de montaje del propio documental queda completamente supeditado por la música, lo que resulta un recurso bastante esclarecedor de la estrecha de la relación música-vida-realidad. Quedan unidas entre sí actuaciones, performance, y situaciones íntimas.
En resumen, una obra audiovisual que gira entorno a un mensaje lleno de esperanza y aliento para todas aquellas personas que duden, citando al propio Ara: “Cree en la mejor versión de ti”. Aunque tratemos de describir lo que se siente, a veces las palabras se quedan cortas.