4 Butacas de 5
Desde sus orígenes, la ciencia ficción ha tratado algunas de las cuestiones más trascendentales para la humanidad. Ya sea en la literatura, el cine o el mundo de los videojuegos, el género, desde un prisma utópico/distópico y muchas veces premonitorio, siempre se ha adentrado en temas filosóficos como la naturaleza del ser, la existencia del alma, los límites de la razón o la búsqueda de la felicidad, asuntos de gran importancia que no podían faltar en la cinta que nos ocupa: Canta con una chispa de armonía (Ai no Utagoe o Kikasete,Yasuhiro Yoshiura, 2021), película de animación japonesa que, bajo su apariencia de lúdica obra juvenil, encierra una profundidad digna de los mejores ejemplos de sci-fi de la Historia del cine. Así pues, desde una premisa, a priori simple, que versa sobre la integración de la Inteligencia Artificial en nuestros días y de cómo esta puede convivir con el homo sapiens siendo parte de la sociedad, actuando y viviendo como un ser humano más, el nuevo largometraje del director de las existenciales Patema Inverted (Sakasama no Patema, 2013) o Time of Eve (Eve no jikan, 2010) vuelve a utilizar la ciencia ficción para, por un lado, mostrarnos un espejo de la hodierna sociedad y de la dirección en la que nos encaminamos como especie y, por otro, hacer que el espectador escarbe en lo más profundo de su corazón para responder a esta pregunta tan corta como compleja: ¿eres feliz?
A lo largo de la obra, los variopintos protagonistas de esta divertida comedia (y nosotros con ellos) hallarán, voluntaria o involuntariamente, la respuesta a esta cuestión. Para ello, el cineasta nacido en Hokkaido utiliza herramientas como el humor, la música, la acción y el romance (complicando, en muchas ocasiones, la clasificación del film en un género del anime concreto) para tratar diversos temas con los que reflexionar. Así las cosas, Canta con una chispa de armonía está copada de canciones que en algunos pasajes de la historia nos dibujarán una sonrisa (e incluso nos incitarán a la carcajada) y otros nos emocionarán hasta la lágrima. La música inunda (pero nunca ahoga) una película que se caracteriza por una animación dinámica y repleta de colores vivos (y vistosos) y por personajes cómicos y extrovertidos (pero también poliédricos), enfatizando todo ello en el espíritu vitalista de la función, que rara vez toma el camino obvio, presentando inesperados giros de guion hasta su desenlace sin perder nunca ese aire místico-metafísico que envuelve toda la obra, sorprendiendo a quien se acerque a esta cinta con el fin de ver un simple producto de evasión. El filme que nos concierne es entretenimiento y diversión, pero, como el mejor cine, también sentimiento y reflexión. Por ello, Canta con una chispa de armonía es la elección perfecta para el amante del mejor anime y para todo aquel espectador que, sea o no asiduo a las cintas de animación nipona, quiera estremecerse al mismo tiempo que reflexiona sobre la existencia y la felicidad.