3 Butacas de 5
Andreas Dresen dirige esta dura historia sobre una madre coraje dispuesta a todo para salvar a su hijo. Y lo cuenta de una manera tan simpática y entrañable que casi no se nota la crítica al sistema de justicia estadounidense de esos años en los casos de terrorismo.
La historia empieza en 2001, justo después de los atentados del 11-S. El hijo mayor de una familia turco-alemana hace un viaje y acaba detenido y retenido en Guantánamo. Su madre Rabiye, una mujer aparentemente normal, remueve cielo y tierra para conseguir que su hijo tenga un juicio justo. Junto con Bernhard Docke, un abogado de derechos humanos, inician un viaje para remover la política mundial y sacar a Murat de prisión.
La película cuenta muy bien cómo fue el proceso que tuvieron que sufrir sus protagonistas. Habla de las dificultades y los trámites burocráticos a los que tuvieron que hacer frente Rabiye y Bernhard Docke, pero también se muestra cómo la vida familiar de Rabiye se va desgastando con el paso de los años. Esto último quizá tarda en verse, cuando era un problema para ella desde el principio, pero es lo que aporta la parte más emocional a la película.
El personaje de Rabiye es lo que sostiene toda la historia y lo que le da el tono a la película. Es una mujer optimista y que no se da por vencida, solo en alguna ocasión flaquea, pero dada la situación lo raro es que no le ocurra más veces. Es un terremoto y consigue arrastrar al abogado con esa actitud de que nada les podrá detener. Es un personaje fresco que le da el carisma necesario a la película para que no sea una historia tediosa.
El reparto está compuesto por Meltem Kaptan y Alexander Scheer como Rabiye y Bernhard Docke, y Sevda Polat, Mert Dincer y Ali-Emre Sahin como la familia de Rabiye.
‘Rabiye Kurnaz contra George W. Bush’ es una emocionante historia sobre una madre coraje que no permite que nadie la pare y que va contagiando a todos a su alrededor con la esperanza de recuperar a su hijo. Un tierno y duro relato de superación.