3 Butacas de 5
Permitidme que vaya al grano.
LA PELÍCULA CUMPLE LO QUE PROMETE: Una peli bien para echar el rato estupendamente.
Y cumple con muchos aciertos. Empezando por el casting, muy acertado.
Quiero detenerme en 3 de los actores y una breve mención.
En primer lugar, Dave Bautista, comedido y muy en su personaje. Muchos le conocerán por haber sido wrestler (o luchador de luchitas falsas, de las cuáles soy un gran fan) bajo el nombre de Batista, o el marveliano Drax de Guardianes de la galaxia, pero con esta actuación te olvidas completamente de que él dio vida a esos personajes. Es magnético ante la cámara, luce muy bien los primerísimos primeros planos y tiene muchísimo compromiso y carisma. Se notaba en el ring y se nota aquí.
En segundo lugar, el británico Ben Aldridge, el cual representa la intensidad y la heroicidad que su papel requiere estupendamente bien, sin exagerar y sin salirse del tono de la película. No conocía a este actor y me ha gustado verle por aquí.
En tercer lugar, Kristen Cui, la benjamina del film, a la cual me creo a cada plano. Y eso es digno de admirar en un niño en la gran pantalla.
La breve mención es para Ron weas… digo Rupert Grint, al que no me esperaba ver aquí. Aunque su aparición sea breve, no decepciona.
Quiero pasar a hablar de la puesta en escena. Shyamalan nos llena los ojos con recuerdos de Hitchcock (como en La soga o Vértigo), aplicando un estilo teatral y medido al milímetro. La cámara es testigo del baile de los actores por cada rincón del escenario, permitiéndose jugar con la profundidad del escenario.
La cámara nunca es frenética, no le hace falta. El director hindo-estadounidense sabe cómo hablar con imágenes a base de una espléndida composición de elementos en el plano y utilizando cámaras estáticas o travellings lentos. Y más aún, recurre a lo que siempre se le ha dado bien: deja que los elementos fuera de plano cobren vida y se conviertan en amenaza, o convierte a los medios de comunicación en lo más terrorífico que existe (recordemos Señales).
En resumen: Está todo en su sitio y en su cantidad justa. No tiene más, pero tampoco menos. Es lo que Shyamalan tal cual ha querido contarnos, y lo ha hecho sin descosidos, y yo le aplaudo por ello. Incluso ha contado con el autor de la novela en la que se basa, Paul Tremblay, como consultor.
Y, ¿Por qué apocalipsis wow?
Porque me ha hecho pasar menos de dos horas sin mirar el reloj, entretenido, inmerso en la historia, sus imágenes, su propuesta, sus actuaciones…
Porque no me esperaba una película con estas características en una época como esta, de estilo clásico, quasi teatral, que recurre a la máxima de Menos, es más, y lograr aún así que funcione como un reloj.
Porque no me esperaba nada y me ha dado mucho.
No te cambia la vida, pero no te deja indiferente. Y eso hay que valorarlo.
3 butacones bien merecidos (y hasta acomodaría una sillita).