3 Butacas de 5
Cuatro años después del estreno de la notable Hellboy, vuelve Neil Marshall a nuestros cines con La guarida (The lair, 2022), una survival monster movie que bebe mucho de películas ochenteras como Alien (Ridley Scott, 1979), Predator (John McTiernan, 1982) o La cosa (John Carpenter, 1982) y que está llamada a encandilar a todo ese público que tanto añora aquellas películas de la época que combinaban acción y terror sin mayor pretensión que la de mantener al respetable disfrutando de una buena dosis de trepidantes escenas de pistolas, sangre y monstruos durante noventa minutos.
Aunque, en honor a la verdad y a la reputación de Marshall, hay que decir que el film que nos ocupa tiene más personalidad y honestidad que algunos de los productos industriales más populares de aquellos años. Aquí, el director de las asombrosas The descent o Dog soldiers se encarga de la dirección, el guion, la producción, el montaje y hasta de interpretar a un personaje secundario. Así pues, podemos hablar de una obra de serie B que constata que el cine de autor no es únicamente el drama introspectivo y profundo que se suele proyectar en las salas de cine más selectas. Asimismo, supone todo un hallazgo en el panorama cinematográfico actual, donde este tipo de propuestas brillan por su ausencia en los cines y quedan relegadas a las últimas listas de las plataformas digitales.
Como pasó en la infravalorada Hellboy, La guarida peca de tener unas pretensiones por encima de su presupuesto, lo que hará que los espectadores menos indulgentes tuercen el morro en algunas escenas. Los que sí perdonamos sus errores aplaudimos su arrojo a la hora de hacer convivir los efectos especiales artesanales que algunos tanto echamos de menos con los efectos digitales imperantes en la era audiovisual en que vivimos; otro logro que apuntamos a la nueva obra del inclasificable y necesario Neil Marshall. De igual manera, elogiar el variopinto grupo de personajes carismáticos que copan la cinta con los que el espectador podrá empatizar (a destacar la chica protagonista) y el tratamiento de temas no muy originales, pero sí interesantes como el de la integración de ADN alienígena en seres humanos, así como su tono humorístico que no molesta en ningún momento o ciertas escenas gore que harán las delicias del amante del terror.
Pero en la obligación de un servidor está la de avisar a nuestros queridos lectores de que la película que nos atañe dista de ser perfecta, y a la ya mencionada falta de equilibrio entre pretensiones y presupuesto hay que añadirle algunas decisiones de guion difíciles de defender y ciertas situaciones mal ejecutadas en pantalla, así como el carácter evitable y superfluo que puede parecer, a la postre, el conflicto principal. Así las cosas, como conclusión, podemos decir que La guarida es una cinta de acción y terror de serie B “ochentera” que, pese a sus carencias, hará disfrutar a todo aquel fan del cine de autor más terrenal.