4 Butacas sobre 5
La cinta explora de forma magistral la situación que Rémy y Mélanie, dos jóvenes de treinta años viven paralelamente en su vida. Ambos son víctimas de la soledad que supone vivir sin pareja (algo que ellos consideran fundamental en su vida) en la ciudad de París. Sin saberlo ambos viven pared con pared y seguirán dos caminos diferentes que desembocarán tarde o temprano sin saberlo, en la misma dirección.
Podremos experimentar desde la perspectiva de ambos la soledad de las grandes ciudades, en un mundo hiperconectado donde resulta sencillo conocer a gente, pero no es tan fácil encontrar a la persona idónea. En primer lugar, quiero destacar la dirección de Cédric Klapisch (Chinese puzzle, París) que una vez más logra dotar la cinta con una sensibilidad y una identidad muy cuidada y propia. La pareja de actores protagonista formada por François Civil (Amor a segunda vista)y Ana Girardot (Un hombre ideal) desborda talento por separado (ya que exploramos ambas historias de forma individual durante casi toda la proyección).
Los actores hacen creíbles las vidas de ambos personajes. La construcción de los personajes (especialmente en los primeros minutos) resulta precisa. La fotografía cuidada y la banda sonora resulta imprescindible para sumergirnos en el film que cuenta también con actores secundarios que apoyan de forma brillante la actuación del dúo protagonista. La paleta de colores fríos no hace más que envolvernos en una fotografía que como he mencionado anteriormente es cuidada y preciosa.
La película mantiene un ritmo que si no resulta sobresaliente si logra su función de manera adecuada. La narración es creíble y bastante cercana, logra transportarnos dentro de la cinta desde el primer minuto y llegamos a sentir la ciudad de París como un personaje más.La manera de abordar la soledad y la crisis de identidad en la obra son un punto fundamental para hacer funcional la misma. Los momentos de comedia que la película se permite están bien incorporados y no estropean en absoluto el mensaje de la cinta. El lenguaje audiovisual que la película utiliza resulta clave, las escenas están bien planteadas y el final no resulta en absoluto abrupto.