4 Butacas de 5
Ser madre es una de las vivencias más extraordinarias que le puede pasar a cualquier mujer. La sensación de crear vida, amar, educar y sobreponerse a las adversidades que puedan surgir, convierten el camino de la maternidad en momentos únicos.
Madre nada más que hay una, aunque tampoco los hijos somos dueños de la decisión del hábitat en el que nacer. Injusticias, soledad, inmadurez…son algunas de las cualidades que sufren muchas mujeres abandonadas por el sistema como consecuencia de diferentes factores como el maltrato, la humillación y las desgracias entre otros.
Pilar Palomero aterriza en las carteleras con ‘La Maternal’, un largometraje que pone el foco sobre las dificultades que atraviesan cientos de mujeres en una sociedad que les ha dado la espalda. Adolescentes que ven cómo sus vidas se ven truncadas ante la inestabilidad familiar, la falta de recursos y una brújula que les permita encontrar el camino.
Protagonizada por Ángela Cervantes y Carla Quílez, el largometraje de la cineasta es uno de los más emocionantes del año, explorando numerosas cuestiones en las que el dolor, el sufrimiento, la esperanza y el amor se dan la mano en un relato vibrante. Como ya hiciera con ‘Las Niñas’, la directora rueda con extrema sensibilidad cada momento que transcurre en la película. Desde el abandono familiar, la falta de recursos y la inmadurez de la adolescencia, al empuje de unas barreras impuestas por el sistema en las que pone de manifiesto la magnitud de factores que siguen rotos.
Una historia tan real como vertiginosa, en la que la unión de las mujeres es la gran baza que permite a sus protagonistas encontrar la luz en el camino de la maternidad. La gran estrella es Carla Quílez, una joven actriz que brilla en cada fotograma, dotando a la película de una poesía, fuerza y emoción que trasciende más allá de la pantalla. Las sombras de la realidad encuentran su luz en una historia dramática y emocionante sobre los embarazos en la adolescencia.
‘La Maternal’ no solamente pone de manifiesto que el año 2002 del cine español es espléndido, demuestra de manera veraz y reluciente, una realidad tan hermosa, atractiva y dura como la vida misma.