3 Butacas de 5
Bros está ambientada en Nueva York, la película arranca presentándonos a Bobby (Eichner), un popular podcaster al que se le ha encargado la apertura del primer gran museo LGTBI+ del país. Convencido de que nunca va a tener una relación -e insistiendo en que le parece bien-, Bobby conoce a Aaron (Macfarlane), un abogado inmobiliario al que le gustan los ligues, no el compromiso. Y, sin embargo, la chispa entre ellos es tan fuerte que coquetean con la idea de tal vez perseguir algo más serio.
Stoller (Neighbors), que ha coescrito el guion con Eichner, ha creado una comedia romántica bastante sencilla, excepto que se ve a través de la visión del mundo de Bobby. Hiperinteligente pero también neurótico, Bobby está resentido por la forma en que las historias de los LGTBI+ han sido borradas de la historia – y cómo los hombres gay como él han tenido pocos modelos de lo que puede ser una relación romántica saludable. Por supuesto, es común que el héroe de una comedia romántica desprecie el concepto mismo de amor verdadero, pero Bros profundiza en su análisis de por qué alguien como Bobby se resiste tanto a una conexión significativa con el dulce y accesible Aaron.
Interesante, aunque se perciben claramente las motivaciones particulares de su director. Busca que el espectador se sienta o no identificado, reflexione sobre el concepto del romanticismo, los modelos de pareja o las relaciones interpersonales. También deberíamos destacar que no rehúye de las convenciones del género de las comedias románticas. De tanto en tanto durante el metraje te crees poco los comportamientos algo infantiles de los personajes que rozan los cuarenta, sus interacciones con el resto de los que conforman su universo resultan teen.
Lo mejor de Bros es su descripción de personajes, guion e interacciones sociales. Nunca sabremos si estrenada entrado ya el invierno o en temporada estival podría funcionar mejor la película por su aire fresco.