4 Butacas de 5
Emanuele Crialese dirige esta película, una amable y a veces sombría mirada a la relación de una madre con sus hijos en una familia rota y disfuncional. Es una visión polifacética de lo complicado de las relaciones familiares, a la edad que sea. También es una historia tierna, en ocasiones divertida, y muy real y complicada.
Clara y Felice saben que su matrimonio está acabado, que solo están juntos por sus hijos, pero no son capaces de separarse. Son los años 70, en Roma, por lo que es una situación complicada. Adriana, la hija mayor del matrimonio, tiene 12 años y presencia cómo se desgasta y se rompe la relación. Mientras, lidia con sus propios conflictos internos: rechaza su nombre y su identidad, intentando hacer entender a todo el mundo que es un chico y se llama Andrea.
‘L’immensità’ es un relato que entremezcla el mundo de los adultos con el de los niños, sin dejar muy claro cuál de los dos es más complicado. Adriana (o mejor dicho, Andrea) está a medias entre ambos, viéndose en la obligación de cuidar y proteger a su madre, pero también a sus hermanos. Además, su identidad sexual es el culmen de los problemas de sus padres, que les hace discutir cada vez más, culpándose el uno al otro de la situación.
Penélope Cruz interpreta a Clara, dándole un carisma tierno a la vez que demoledor, haciendo una interpretación que sostiene buena parte de la película. Adriana está interpretada por Luana Giuliani, deslumbrando con una interpretación muy adulta y magnífica. Completan el reparto Vincenzo Amato, Maria Chiara Goretti y Patrizio Francioni.
La historia, y la forma de contarla de Emanuele Crialese, consigue que empaticemos y entendamos a los protagonistas, aunque no hayamos vivido nada parecido. Es una historia que nos han contado muchas veces, pero no de una manera tan humana y cercana, ni con problemas tan actuales. Una visión renovada a algo que ha existido siempre: relaciones rotas e infancias complicadas.