3 Butacas de 5
Acelerada, típica, y forzada. Son tres de las palabras con las que se podría definir esta última entrega del Universo DC. El aclamado personaje público Dwayne Johnson, ‘The Rock‘, protagoniza esta cinta que él mismo ha producido con gran ilusión con el objetivo de ser el actor que daría vida al mítico villano y antihéroe.
Siguiendo la misma línea que el resto de DC, en esta ocasión nos presentan la historia y liberación de Black Adam, 5.000 años después de que los antiguos dioses le dieran sus poderes y fuera encarcelado. En su regreso a la vida, tendrá que enfrentar su peculiar forma de justicia con La Sociedad de la Justicia (JSA), a la vez que trata de evitar que un gran y antiguo poder caiga en malas manos.
Siendo realistas, aunque Black Adam ha sido una de las películas más esperadas del universo DC, sigue presentando muchos de los problemas que tienen el resto de películas de este universo, y que son muy comunes en las producciones comerciales que se llevan realizando en los últimos años.
Situaciones forzadas, personajes planos que suponen un apoyo muy débil a los principales, un montaje muy acelerado que intenta condensar demasiado aún incluyendo momentos que no aportan nada, agujeros de guion bastante notables… Estos son algunos de los problemas de la lista que hacen que Black Adam muy posiblemente no sea una película que recordemos con mucho anhelo, sobre todo cuando vemos que el villano está al nivel del Steppenwolf de Joss Whedon.
Dejando esto de lado, la cinta cuenta con otras virtudes cómo un elenco con actores de la talla de “The Rock”, que cae en gracia a prácticamente la totalidad de la población, o Pierce Brosnan (Doctor Fate), con un recorrido muy memorable.
Por otro lado, el punto fuerte de la cinta son las secuencias de acción que, aunque en determinadas ocasiones parecen más videoclips que una película, son muy frenéticas y divertidas de ver, con Dwayne Johnson abusando de sus adversarios a su antojo.
De cara al fandom de DC, Black Adam es una película que merece la pena ver si se quiere seguir el universo, siendo digna de disfrutar en las salas de cine. Pero para aquellos que buscan ver una buena película en el sentido estricto de la palabra, es mejor que se ahorren el disgusto de tener que tragarse una amalgama de clichés sin mucho sentido.