4 Butacas de 5
Esta crítica podría tener su origen hace bastante más de un lustro cuando me pusieron como lectura la celebérrima novela de Luca de Tena en unas clases de literatura universal para aligerar la espera pre-selectividad (PAU, EVAU o como se denomine en el momento que esta reseña sea puesta a disposición del público). Recuerdo leerla cuestionándome si en algún momento se obtendrían los derechos para una posible adaptación, pululando ya por la cabeza posibles nombres de intérpretes o músicas que a título particular podrían encajar bien en los personajes y sus roles durante toda la novela debiendo considerar tal acierto en los dos protagonistas fundamentales.
Se ha escrito mucho sobre la difícil gestación de esta película en cuanto a derechos (otros directores previos a Paulo ya habían realizado las consultas pertinentes), plazos o tiempos, la adaptación al cine de un texto de 1979 por parte de Guillem Clua (Premio Nacional de Literatura Dramática 2020, también remarcable su labor de escritura en El Inocente, la serie sensación de Oriol Paulo la temporada pasada) y equipo resulta sobresaliente, potenciando las partes de la obra que inciden con mayor dedicación en el thriller, el ritmo no decae en ningún momento más tratándose de una novela con una destacada amplitud y profundidad, el reto fue mayúsculo como se transmite desde el otro lado directamente hacia la butaca. En cuanto a esta última, no se puede rechazar que muchos de los espectadores hemos crecido con esta novela o nos ha salido al paso en alguna circunstancia, tratándose por tanto de un texto original con un destacado ”fan base” con el riesgo audiovisual, creativo e incluso cultural que supone ver una gran novela, una de las de toda una vida adaptada en la gran pantalla y siendo encarnada por un elenco, otras caras distintas a las del imaginario de cada quien.
Todo ello provoca que ‘Los Renglones Torcidos de Dios’ sea una de las películas más esperadas de la temporada, otro reto más. Analizando la misma Oriol Paulo vuelve a darnos una muestra generosa de su talento como director de cine de género, haciendo hincapié en el suspense, la inmensidad inabarcable de un thriller. En el momento de escritura de esta reseña se conocen datos como que los productores Atresmedia Cine, Nostromo Pictures, Warner Bros. Pictures España y Filmayer han decidido adelantar un día el estreno para que coincida con la celebración de la segunda edición del Día del Cine Español (una fecha que se podrá disfrutar en breve desde las salas). Además, ha sido la encargada de clausurar la Sección Perlak del Festival de San Sebastián de este año.
En lo que se refiere al elenco, Bárbara Lennie (‘El desorden que dejas’, ‘El reino’) vuelve a estar en perfecto dinamismo como Alice Gould de Almenara, un personaje a priori frío e incluso hierático cuyo plot point dejará a más de uno (haya leído o no la novela) entre el misterio y la fascinación, no menos destacable actúa Eduard Fernández(‘Mediterráneo’, ‘Mientras dure la guerra’) como el director del centro psiquiátrico al que ingresa en un doble juego Gould con el resultado de un personaje fiero, que reta a la protagonista continuamente, tremendamente desafiante y atractivo.
A destacar todos ellos desde el personaje de Urquieta con Pablo Derqui al resto de intérpretes con roles secundarios, pero que en este texto se hace más patente que nunca que sin un buen desempeño de estos no hay trama considerable como Loreto Mauleón, Javier Beltrán, Federico Aguado (especialmente relevante su rol en la trama) y Adelfa Calvo que tampoco falla.
Las localizaciones no decepcionan, ya que se trata de parajes del entorno de Tarragona y otras provincias catalanas con la dificultad añadida de buscar un lugar capaz de dar la talla a la perfección como un centro psiquiátrico de entrados los años 70, sin caer en la decadencia o el morbo fácil dada la investigación honda que hizo su autor para la obra original en esta película no ha sido menos.
La dirección de fotografía es extraordinaria moviéndose entre la película histórica con tino y el cine negro tan contrastada como eficiente, las luces en colores cálidos para marcar unas situaciones intensas en el nudo de la película para llegar a la ascensión final hacia colores de mayor sequedad para dejar en alto cerca de dos horas memorables. Antes de que llegue la temporada de premios en los que ya comienza a valorarse más detenidamente la dirección artística es oportuno subrayar los diversos carteles dados incluso antes de comenzar su promoción oficial realizado por USERT38, una empresa ya reconocida en su labor creativa con el diseño gráfico y en el caso que aplica, la cartelería de cine.
La película no defrauda en el desarrollo sobre el guion de un misterio tan complejo haciendo dudar como en aquellos instantes del libro de la propia cordura del receptor, en este caso del espectador. Una película tan psicológica, misteriosa y especial. Impresiona el tratamiento del guion, los apartados técnicos y artísticos, lo que sucederá sí que supone otro enigma puesto que nos encontramos en una temporada más que competida, muy disputada. Seremos fieles a despejar la labor detectivesca que inicia en nosotros la cinta.