4 Butacas de 5
‘Godland’ es una película danesa dirigida por Hlynur Palmason, que es islandés, y que convierte la obra en un homenaje a su tierra. Muestra, de una manera lenta y contemplativa, los increíbles paisajes de Islandia, desde los ojos de un hombre danés.
La película cuenta la historia de un joven sacerdote danés que, a finales del siglo XIX, es enviado a Islandia para construir una iglesia. Desde el principio le advierten que será una tarea dura, pero él no se imagina hasta qué punto. Sin conocer el idioma y en un lugar salvaje y hostil, durante la primera parte de su viaje debe luchar por sobrevivir en la naturaleza. Más tarde, deberá enfrentarse a otros peligros más humanos, pero que igualmente le darán problemas y le harán cuestionarse sus principios y su fe. Además, durante su viaje irá fotografiando tanto los paisajes como a las personas.
Es un relato lento, muy lento durante algunas escenas. Un ejercicio contemplativo y un homenaje a Islandia y sus paisajes. También es una película muy cruda y algo violenta, quizá por la época en la que transcurre. Muestra unos personajes que, si no lo están desde el principio, se van corrompiendo a lo largo de la historia. Precisamente esa evolución es lo que puede enganchar al espectador en la segunda parte de la película, cuando el protagonista empieza a entender que quizá su Dios no pueda salvarle en esa ocasión.
La fotografía y la imagen cobran protagonismo en una primera parte extremadamente lenta, poniendo en contexto al espectador. Durante la segunda parte lo que cobra sentido es la historia, que se desarrolla con pocos diálogos. Con un tono y ritmo constantes, transmite emociones prácticamente sin que los personajes las tengan, pues son fríos y distantes en su mayoría. En muy pocas escenas se ve algún acercamiento entre ellos que no sea formal u obligado.
En definitiva, ‘Godland’ es una película para los amantes del cine, que nos acerca de una manera intensa a una historia y una tierra hostiles. Un homenaje de Hlynur Palmason a su tierra y su historia, que no nos dejará indiferentes.