3’5 Butacas de 5
Una historia necesaria y difícil, siendo a la vez una narración atractiva. Así se presenta la ópera prima de Juan Diego Botto (¡Hay motivo!, Los europeos), actor y director que ha puesto la energía que necesitaba el largometraje.
Desde su presentación en el Festival de Venecia (2022), comparte con los espectadores un desarrollo en torno a una de las cuestiones más preocupantes del momento: los desahucios sufridos por muchas personas sin recursos para evitarlos pero que luchan con todo lo que tienen a mano.
Actores reconocidos como Penélope Cruz (Competencia oficial, Dolor y gloria) y Luis Tosar (Maixabel, Ventajas de viajar en tren) junto a Adelfa Calvo (Operación Camarón, El secreto de Puente Viejo) y Aixa Villagrán (Vida perfecta, María y los demás) encabezan el reparto acompañados de caras no tan conocidas pero que destacan gracias a un guion equitativo y trabajado acorde con el estilo de película coral.
Si bien los personajes están bien repartidos, podría decirse que existe un poco de preferencia de unos relatos sobre otros a la hora de tratar la historia general, teniendo como consecuencia un tanto de desequilibrio a nivel general. Todas las historias pueden “respirar”, pero unas tienen más aire que otras.
La obra nos va conduciendo por diferentes caminos, dejándonos observar escenas muy intensas y realistas que consiguen hacer temblar al espectador sensible (y no tan sensible). Ubicado en una ambientación retrata espacios y situaciones ya muy conocidos por muchos de nosotros, situaciones que no tendrían que darse dejando clara la crítica sobre la que se fundamenta la película. Penélope Cruz está excelente, algo que ya nos tiene acostumbrados en todas sus películas otorgando al largometraje un realismo más que necesario.
No es una película para evadirse de la vida, es muy recomendable verla sabiendo lo que se ve, emulando el cine social que tanto arraigo e importancia tiene en nuestra filmografía.
Una buena película siempre dejando clara la moraleja: no mirar hacia otro lado.