3 Butacas sobre 5
El público ama las películas en acción real. Desde que Tim Burton llevase a su Alicia en el país de las maravillas a lo más alto de la taquilla, Disney ha decidido realizar estos híbridos de todas y cada uno de sus clásicos más queridos. No ha faltado ninguno. Ni siquiera Dumbo, un clásico menor en mi opinión, se ha salvado de las garras de los remakes. Hace unos años, Disney decidió darle un giro a uno de sus clásicos y nos trajo Maléfica, una película que se alejaba por completo de la cinta original para traernos una historia muy distinta, que no terminó de agradar a todo el público. Sin embargo, con Maléfica: Maestra del mal, parecía que nos iba a tratar esa cara más maligna de la famosa villana, pero siento deciros que no ha sido así.
En Maléfica: Maestra del mal, la historia nos deja poco después de los hechos de la primera parte. Aurora vive con su madrina en el bosque, pero las cosas se volverán patas arriba cuando el príncipe Philip le pida matrimonio a la princesa, causando el mal estar de Maléfica. Sin embargo, la supuesta villana decidirá darle una oportunidad al amor de estos dos jóvenes. Lo que no se podía esperar es que la madre del príncipe, la reina Ingrith, tiene otros planes para el casamiento y, sobre todo, para Maléfica y el bosque.
El gran punto por resaltar de esta secuela es su poder para encandilar al espectador. Maléfica: Maestra del mal tiene todo el entretenimiento que le faltaba a la primera parte. Además, se nota con muchísima más consistencia y seguridad, una película que entretendrá tanto a mayores como a pequeños. Si te gustó la primera, está te gustará más, eso por seguro, a pesar de resultar predecible durante toda su duración y de tener problemas para continuar con la historia que comenzó con Maléfica.
Y ahí viene mi principal problema con la película. Maléfica: Maestra del mal continúa con ese giro con el que nos dejó la primera, aunque también nos devuelve la trama amorosa del clásico de animación de Disney, algo que parecía bastante improbable tras el final de Maléfica. En ese final, el amor paternal o familiar era mayor que el romántico o sentimental que tanto predomina en los cuentos (algo que realizó con muchísimo más éxito ese mismo año Frozen, también de Disney). Esto es algo con lo que yo no caso.
En un principio, no me gustaba el hecho de que la primera victimizase tanto a la villana, pero casi peor me parece que Maléfica: Maestra del mal tire por tierra esa polémica reflexión sobre el amor y la familia para traernos de nuevo la trama romántica. Si en la primera decidiste ir por un camino concreto, no omitas eso para volver a traernos un romance que hemos visto mil veces, con un príncipe Philip que, a pesar de no resultar cargante y ser uno de los mejores personajes de la película, no tiene cabida en esta secuela, sobre todo tras los hechos que acontecieron en la primera. Sí, está bien que Maléfica: Maestra del mal quiera acercarse más al clásico, pero si lo haces, hazlo bien desde el principio.
Esto es un problema que radica principalmente en el guion. El texto es rematadamente entretenido y lleno de humor y fantasía, lo cual le viene bien a esta película, pero tiene grandes problemas a la hora de tratar con algunos de sus personajes y las decisiones de estos. La película cuenta con una criticable construcción de personajes, sobre todo de los secundarios, haciendo que algunos de estos no te importen ni lo más mínimo. Esta falta de importancia a la hora de escribir x personajes secundarios no se plasma así en la construcción de otros, como es el caso de Maléfica. A pesar de que la película se llame Maléfica: Maestra del mal y Maléfica sea la única que no hace nada malo, el personaje interpretado por Angelina Jolie resulta amable, bien construido y con una clara evolución que resulta atractiva para el espectador (aunque siga sin tener nada que ver con la villana del clásico de Disney).
Quiero aprovechar para felicitar a Disney por su forma de plasmarnos al personaje de Aurora. Una de las cosas que más le achaco a La bella durmiente (uno de mis clásicos favoritos de la compañía) era el poco diálogo o importancia del personaje principal de la película, Aurora. Aquí, deja a un lado su parte más infantil o clásica para regalarnos una Aurora llena de fuerza y decisión, algo digno de destacar. Gracias a dios, Maléfica: Maestra del mal quiere darnos una Aurora muchísimo más independiente y guerrera, algo que logra con creces. Bravo, Disney.
Una cosa que también hay que destacar de la producción de Maléfica: Maestra del mal es su calidad estética y el diseño exquisito de sus personajes y de su propio mundo. Sobre todo, hay que recalcar el espectacular diseño del personaje de Maléfica, tanto a nivel de caracterización y vestuario como a nivel de escritura del personaje. Más allá de los personajes de la película, los efectos visuales están demasiado bien conseguidos (ya que la calidad artística de la compañía sigue siendo impecable).
En el apartado interpretativo, Angelina Jolie se come a todos con patatas. Jolie realiza una interpretación a la altura de la película, con una actuación calmada y que sabe retratar a la perfección el aura de misterio, oscuridad y malignidad que nos mostraba la Maléfica original del clásico. El resto de actores consiguen interpretaciones notables y solventes, destacando una Michelle Pfeiffer en estado de gracia, que forma un duelo interpretativo con Jolie que dan ganas de no despegar la mirada de la pantalla. Pfeiffer ha vuelto al cine comercial por la puerta grande.
En conclusión, Maléfica: Maestra del mal continúa en la misma línea de su antecesora. Esta secuela resulta entretenida y divertida para todos los miembros de la casa, a pesar de tener serios problemas con respecto a su objetivo narrativo, a un guion que se desmorona en ciertos momentos y a unos personajes que no le importan en absoluto a la película. Angelina Jolie nos vuelve a demostrar que sigue siendo una de las actrices más interesantes del panorama cinematográfico actual y Elle Fanning nos deja una Aurora guerrera que dejará al público con un buen sabor de boca.