3’5 Butacas de 5
Las denominadas disputas entre perros, gatos y ratones han dado pie a numerosas adaptaciones narrativas y contextuales en el cine. Los buenos y malos se han enfrentado en diferentes lugares mientras que por el camino se han sucedido daños colaterales que han sembrado un reguero de víctimas.
La saga ‘Predator (Depredador)‘ fue en 1987 una de las numerosas cintas que aprovecharon esa idea ofreciendo un jugoso cóctel de acción, en el que un alienígena llegaba a la tierra aniquilando a todo aquel que veía a su paso a excepción de Arnold Schwarzenegger. La película de John Mctiernan fue un éxito entre el público, unas alabanzas que posteriormente sirvieron para realizar hasta tres secuelas y un par de crossover de dudosa calidad con Alien.
‘Predator. La Presa (Prey)’ es una jugosa precuela que sabe exprimir todos los elementos que nos ha dejado el universo Predator en un largometraje con una base bien sencilla, llena de aventuras, acción, gore y un despliegue de nuevas armas del cazador galáctico.
Dirigida por Dan Trachtenberg (Calle Cloverfield 10), el largometraje no se anda por las ramas para contarnos una historia simple de cazadores cazados, con elementos de la liturgia de Depredador y con un notable ritmo de ejecución en sus 100 minutos de duración.
La nueva película de la saga está ambientada en el mundo de los comanches a principios del siglo XVIII, una época en la que la caza era sinónimo de liderazgo y conquista entre las tribus y clanes. Naru (Amber Midthunder) es una joven guerrera, valiente y habilidosa, que ha crecido en el seno de los mayores cazadores que habitaban las Grandes Llanuras. A sabiendas de que es capaz de hacer lo mismo e incluso mucho más que los demás miembros de su tribu, descubre algo cayendo del cielo que posteriormente se torna en la aparición de animales salvajemente cazados, un hecho que la llevará a hacerse con las armas más primitivas para perseguir y enfrentarse a su presa, que resulta ser un depredador alienígena super desarrollado con un arsenal de alta tecnología, lo que provoca que se envuelvan en una lucha encarnizada.
Con una premisa sencilla, la protagonista se embarca en una odisea que ofrece al espectador bastantes escenas de acción, acaparando el gore el protagonismo en ciertos enfrentamientos. El empoderamiento femenino de la mujer, las creencias y la fidelidad a la familia son algunos de los temas que salen a relucir en una película perfecta para disfrutar.
En lo concerniente al Depredador, el diseño de la criatura es bastante diferente en el aspecto al original, haciéndolo mucho más primitivo, pero igual de salvaje y perverso. El arsenal de armas de la criatura y el uso que le da a estas son sin duda uno de los elementos más positivos que ofrecerá a los ojos del espectador.
Sin hacer spoilers de ningún tipo, hay dos guiños muy buenos en la cinta que los fans de la saga descubrirán, aunque también se sentirán decepcionados al no escuchar los acordes del famoso tema de la saga de Alan Silvestri.
La dirección del largometraje funciona como un tiro debido a su notable ejecución, sacando rentabilidad a la franquicia gracias a su acción y a la solidez de una historia que se adentra en lo desconocido.
En resumidas cuentas, ‘Predator. La Presa’ es un salvaje entretenimiento de acción y aventuras que sabe exprimir todo el jugo al compás del gore, el thriller y los elementos de una saga que sabe renovarse.