3 Butacas de 5
La mitología de los minions en el imaginario colectivo ha calado fuerte desde su primera aparición en los cines. Estos pequeños e hiperactivos seres amarillos, de idioma estrafalario y capaces de cualquier cosa, han conquistado al público y adueñado de la gran pantalla. No es de extrañar que el filón de sus películas haya sido tan largo; desde su estreno en 2012, hasta el día de hoy.
En esta nueva cinta acompañamos al pequeño Gru, nuestro ya conocido protagonista con talento para la villanía, en sus primeros pasos para convertirse en un genio de las fechorías. La historia nos traslada a los estridentes años 70, en pleno centro de Estados Unidos, dónde unos inquietos y entusiastas minions se unen al pequeño villano para hacerse un hueco en la historia del crimen. Esta inesperada familia unirá fuerzas para construir su primera guarida, diseñar sus primeras armas y llevar a cabo sus primeras fechorías.
Cómo ya se ha visto en el resto de las películas de la saga, esta entrega no destaca por su despliegue de originalidad; no cuenta con una trama demasiado compleja ni con una dinámica de personajes demasiado original. Si bien es fiel a su estilo, no ha sorprendido a los espectadores, que se han encontrado con “más de lo mismo”. Aún así, la cinta es sorprendentemente fiel a su estilo: una animación pulida, dinámica, con infinidad de detalles, acción continua y unos personajes carismáticos.
Es de agradecer que la historia no se centre únicamente en los personajes de los minions. En este caso tienen su dosis de protagonismo, pero no abusan y dejan un amplio espacio para que disfrutemos de la historia del protagonista. Incluso algunos personajes secundarios, como los villanos, tienen sus buenas líneas de aventuras.
La cinta se las consigue apañar en todo momento para ser lo suficientemente descarada, divertida y efectiva para entretener al espectador. A ratos emotiva y profunda, a veces hiperactiva y sin control, esta nueva entrega de los minions promete diversión para todos.
En su conjunto, la película se podría resumir en una potente masa de gags y situaciones que crean una aventura dinámica y colorida, con un punto emocional y creativo que ya es marca de la casa. Si bien no va a destacar por ser la entrega más original del año, va a encantar a los más pequeños y va a entretener de lo lindo a los mayores.