3’5 Butacas de 5
Saeed Roustayi ha escrito y dirigido este thriller que se adentra en el sistema policial y judicial iraní. Se trata de una película trepidante y emocionante que atrapa desde el principio. Un relato crudo sobre la delincuencia, las adicciones y un sistema de leyes brutal e implacable.
En Irán, la pena por posesión de drogas es la misma tanto si llevas 30g como 50kg: la pena de muerte. Por tanto, los narcotraficantes no dudan en jugar a lo grande y, como consecuencia, la venta de crack ha aumentado, generando 6,5 millones de toxicómanos. Nasser K. Samad es uno de estos narcotraficantes al que la policía le está siguiendo la pista. Después de varios años, consiguen atraparle, pero este enfrentamiento trae consecuencias para ambos bandos.
El reparto lo encabezan Navid Mohammadzadeh como Nasser K. Samad y Peyman Moaadi y Houman Kiai como los policías que llevan el caso. Con unas interpretaciones increíbles, llevan casi todo el peso de la película, consiguiendo esa atmósfera de tensión constante.
Además de ser un magnífico thriller policial, es un buen reflejo del sistema judicial de Irán, acercando esta realidad a los espectadores. Es algo distinto a lo que solemos ver en las películas de Hollywood, más crudo y extremo.
El ritmo es rápido, a veces incluso agobiantes, apoyándose en un montaje magistral que consigue estar a la altura de la trama. Es, en todo momento, envolvente y trepidante, gracias también a una increíble banda sonora. Atrapa al espectador en una historia moralmente cuestionable, pero con la que se llega a empatizar desde el principio.
‘La ley de Teherán’ es una visión renovada de los thrillers de acción policiales, mostrando otro punto de vista y otra manera de hacer películas. Es una propuesta impresionante, con una aguda crítica política y llena de actuaciones estelares.