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Cuando pensamos en Steve McCurry, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la icónica fotografía de la joven afgana de ojos verdes. Desde su publicación en 1984, McCurry ha sido el foco de atención de periódicos, revistas, documentales, fotógrafos y todo tipo de profesionales y medios. Su trabajo supone un acercamiento a realidades y culturas remotas y desconocidas, promoviendo de esta forma un aprendizaje histórico, social y cultural, y recalcando el vínculo social persistente en todas las comunidades. A través de sus imágenes podemos viajar a los países más lejanos en un abrir y cerrar de ojos.
En este nuevo documental dirigido por Denis Delestrac, nos adentramos en la vida del fotógrafo a través de un análisis de sus imágenes más populares. De esta forma, en el desarrollo del largometraje documental visitamos diferentes ciudades de Asia, Estados Unidos y/o Latinoamérica, entre otras, para conocer el proceso de creación de Steve McCurry y saber más sobre su persona. Además, nos acercamos a la realidad del fotógrafo mediante entrevistas realizadas a familiares y amigos del mismo, quienes nos cuentan cómo perciben su éxito y cómo es el vínculo que mantienen con Steve.
Denis Delestrac se atreve a convertir en protagonista a Steve McCurry, quien se ha mantenido en la sombra de su trabajo durante décadas, sin conocer casi nada sobre su vida personal; de una forma natural, cómoda y fluida, no solo para el propio Steve, sino también para los espectadores que nos introducimos en este relato.
Este largometraje documental destaca por los colores, las historias y las reflexiones que le acompañan a lo largo de sus 92 minutos de duración. Es una experiencia brillante y preciosa que consigue cautivar al público y disfrutar de cada aventura de Steve como si fuese la suya propia. Steve McCurry no solo destaca por su gran trabajo fotográfico, sino que además defiende unos valores y muestra tanto respeto por las historias mostradas en sus imágenes, que es digno de admirar. Esto hace que McCurry: la búsqueda del color sea, además de una experiencia visual maravillosa, un aprendizaje social e histórico.
La química entre Denis Delestrac (Sobrecargados, Banking Nature, Pax Americana y la conquista militar del espacio) y Steve McCurry es visible a lo largo del documental y es un elemento clave para su éxito. La naturalidad y comodidad con la que ambos abordan temáticas tan complejas como la guerra, la muerte, el terrorismo y sentimientos de soledad, tiene como consecuencia la búsqueda de motivación por el saber en el espectador, que se aleja de la preocupación que podríamos sentir al tratarse de estos temas.
Sin duda, es un documental recomendable para todo tipo de público: tanto los que se declaran fan de los documentales, como aquellos que no les suele llamar la atención este género. Si te apasionan los largometrajes documentales y la curiosidad es lo que más te acompaña siempre, este es, sin duda, un documental que añadirás a la lista de favoritos. Y si, por otro lado, necesitas un documental que consiga cambiar tu percepción sobre este género y convertirte en un seguidor del mismo, esta es tu mejor oportunidad. A partir del 3 de junio podremos disfrutar de este nuevo proyecto del director Denis Delestrac, que trabaja junto a Jordi Esgleas (fotografía) y Toni M. Mir (música), en el que el color funciona como hilo conductor de esta experiencia cinematográfica.
