3 Butacas de 5
Esperando a Mr. Bojangles adapta la novela de mismo título que fue un éxito de ventas en Francia. Un texto que arranca con un tono alegre, festivo, frívolo; y que a medida que va avanzando va mutando a un relato más emotivo, triste.
La película es bastante fiel a esa idea, la de ir mutando hacia terrenos más dramáticos, buscando una emotividad extrema final que, sin embargo, no acaba de llegar.
Como sus protagonistas, la película huye de la realidad.
“Si la verdad es demasiado triste y aburrida, cuéntame una mentira”.
Los protagonistas odian la monotonía del mundo real y se desconectan de ella. Se cuentan mentiras imaginarias en las que creen y adoptan como ciertas. Viven en un castillo en las nubes, bailando cada noche llenos de amor y felicidad rodeados de amigos.
Y es en esos terrenos de la imaginación, en ese mundo falso donde la película mejor se desenvuelve.
Al igual que los protagonistas, la película se resiente cuando el mundo real destruye la fantasía. El cambio de tono no acaba de funcionar y es por ello que los momentos más dramáticos parecen sobreactuados, fuera de lugar y llenos de lugares comunes. La película no encuentra su tono y acaba perdida. En ella conviven dos películas. La alegre y vivaz historia de amor y la otra, el drama que toca temas como la locura de una manera poco profunda, tirando de clichés y algo perezosa.
Pero no se dejen llevar por mi pesimismo, la película se aguanta bien y pueden disfrutarla todos aquellos que adoren el cine Francés y también, porque no, aquellos que disfrutan viendo una buena película de tarde.