4’5 Butacas de 5
Sam Raimi aporta una nueva visión al Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). El director de la trilogía de Spider-Man (2002), le da su toque personal a la segunda entrega de Doctor Strange, dándonos una película sorprendentemente oscura y violenta. Es un desfile de momentos increíbles y efectos CGI espeluznantes. También hace una mayor introspección en el personaje de Doctor Strange, que es uno de los más poderosos e interesantes de todo el MCU.
Después de ‘Spiderman: No Way Home’, quedaban abiertas todas las posibilidades que el multiverso ofrece, y que en esta nueva película de Marvel se aprovechan. Esto da lugar a que, además de los personajes que ya conocemos, aparezcan nuevos héroes y villanos (y no digo más para no hacer spoiler).
La perspectiva más oscura que le da Raimi a la película se mezcla con los efectos CGI para darle el toque de horror y sobresaltos a los que no estamos acostumbrados en las películas de Marvel. Convierte a los villanos en monstruos, desdibujando también la línea entre héroe o villano. Además, destaca lo violentas y sangrientas que son algunas escenas, que dejan al espectador con la boca abierta y preguntándose si será una ilusión o un truco de Strange.
También hay que mencionar la banda sonora, que es de Danny Elfman y que, como no podría ser de otra manera, es espectacular. Lleva el ritmo de la película y en muchas escenas es prácticamente un personaje más.
Quizá la única pega que se le puede poner a la película es que en algunos momentos se añaden tantos elementos nuevos y místicos que los personajes pierden protagonismo. Aún así, la trama no pierde fuerza, aunque distrae un poco, lo que es una pena, porque, como ya sabemos, los personajes suelen tener una gran elaboración y un trasfondo muy trabajado.
Por eso, ‘Doctor Strange en el multiverso de la locura’ es una de las películas más extrañas y ambiciosas de Marvel, con el inconfundible sello de su director, Sam Raimi. Es un espectáculo visual, entretenido y espeluznante, que arriesga a la hora de presentar un modelo distinto, pero que sin duda acierta de lleno.