3’5 Butacas de 5
Cuando hablamos de terror, los que somos aficionados a este género, podemos afirmar, que tanto en festivales como en plataforma o en las salas de cine, la búsqueda constante de algún film estimulante nos embarca en muchas sorpresas, alegrías y decepciones.
Tenemos que ver muchas veces un sin fin de “refritos” insulsos o nuevas propuestas que tanto pretenden innovar que uno no sabe que está viendo y la mayoría de veces puede afirmar que es un auténtico despropósito.
Es por eso que, delante de películas como “Atrapados en la oscuridad” y teniendo en cuenta que es el primer largometraje de su director James Ashcroft, me alegra descubrir prometedoras figuras dentro de este género que tanto amo.
“Atrapados en la oscuridad” es una cinta que nos retrotrae a un destilado “Funny Games” por la crudeza de sus antagonistas que parecen encarnar la maldad absoluta, no por sus atroces actos, si no, por la frialdad que muestran al cometerlos, su total falta aparente de motivación y su actitud cínica e irónica. Me encanta cuando nos recuerdan que los peores monstruos no son sombras alargadas, vampiros en un callejón o visitantes del espacio exterior, que los peores monstruos son las personas.
“Atrapados en la oscuridad” nos presenta a Alan y Jill, un matrimonio que viaja con sus hijos de excursión por un interminable y “pacífico” valle, disfrutando de la naturaleza y los paisajes de Nueva Zelanda, cuando de repente, dos vagabundos les asaltan, a priori, para robarles el coche, pero desde ese momento nos embarcamos en una historia de violencia pura y dura.
Me gustaría no desvelar nada de la trama, pues en esta “road movie” lo más importante es entrar desde el puro desconocimiento, para dejarse llevar de la mano de estos dos psicópatas a un viaje al pasado y a la locura.
Como punto negativo a la cinta, sufre de un mal muy común en las óperas primas y para mí es totalmente salvable en contraste a todos los puntos positivos que nos brinda, pero cabe comentarlo.
La cinta va perdiendo intensidad a medida que avanza, se empieza hacer lenta casi en su etapa final y llega al clímax desinflada, recupera la atención en sus últimos 10 minutos, pero para muchos, en ese punto, ya es tarde. Empezamos a conocer las motivaciones de los personajes, a trazar sus líneas morales y su escala de grises, en mi opinión, eso hace que resulte menos estimulante que dos personajes que representan la maldad pura en el nihilismo más absoluto.
Aun así, visto lo visto y teniendo en cuenta la visión general, una película recomendadísima para los amantes del género y las “road movies” y un director al que seguir de cerca en futuros proyectos.