3 Butacas de 5
Próximamente llagará a nuestras salas de cine un videollamada y desde luego, todos debéis aceptarla y sumergiros en esta historia virtual que Natalie Morales nos trae con su película Language Lessons.
Natalie Morales es una actriz estadounidense de ascendencia cubana, que ha decidido debutar con esta película para nada convencional. Un riesgo muy grande por su parte ya que no solo es una película de dirección novel, sino que además es una película con un formato muy desconocido para las salas de cine puesto que la historia está íntegramente contada a través de la relación que establecen dos personajes mediante una pantalla de Zoom.
Language Lessons, cuenta la historia de Adam (Mark Duplass) un americano al que su marido le regala unas clases de español y Cariño (Natalie Morales), la profesora cubana que le guiará por todo ese proceso de aprendizaje.
Parece una trama sencilla con la sinopsis que acabo de hacer, pero no lo es. La directora que ha coescrito con su compañero de interpretación Mark Duplass, consiguen construir unos personajes con una gran profundidad y que establecen un vínculo de mucha sensibilidad y ternura.
Me parece admirable, crear una película que juega tanto con la virtualidad y que consiga llevar los sentimientos y ocurrencias de los dos personajes a flote, valiéndose de una relación sin contacto físico y sin una unidad espacial en común.
También me parece interesante cómo dar vida a una historia, valiéndose solo de recursos digitales como son una webcam, cuadros del usuario de zoom, iconos que ya todos reconocemos y las esperas entre una videollamada y otra que en muchas ocasiones son sustituidas por videomensajes en el que no se da una conversación bidireccional y a pesar de que esto podría desembocar en algo monótono y carente de emoción, resulta bastante efectivo.
Parece difícil establecer una sensación de afecto entre dos personas que solo se conocen a través de una pantalla y que tienen tan pocas cosas en común a priori, pero esto hace que la película desemboque en una trama cómica a la par que dramática en la que lo único que se puede sacar a relucir es la naturaleza más pura de las personas y como somos capaces de abrirnos de una forma profunda desde la seguridad de nuestro hogar.
Morales nos deja una sensación entrañable y una amistad que atraviesa todas las barreras virtuales, demostrando así que los seres humanos estamos hechos para socializar y crear vínculos que no necesitan de gestos físicos para tejer una relación sólida y cariñosa.