5 Butacas de 5
Hace meses en el Festival de Sitges, pude disfrutar de este increíble film, ahora que se estrena en cines, no puedo parar de recomendarlo. Una película que se ha posicionado rápidamente dentro de mi top personal, dejadme que os explique las razones, sean bienvenidos.
“La Abuela”, película de Paco Plaza con guion de Carlos Vermut,(con esto ya debería haberos convencido.) nos narra la historia de Susana, una modelo que está por iniciar una exitosa carrera en Francia pero que se ve obligada a volver a España para atender a su abuela Pilar.
Su abuela es la única familia que tiene desde que perdió a sus padres, así que, tendrá que buscar a alguien de confianza para que cuide de ella y volver a París, pero lo que parecía un tierno reencuentro se tornará en una total pesadilla.
Pues tras esta premisa clásica del género, encontramos un sin fin de capas perfectamente hiladas por la mano de un guion increíblemente sólido y con una dirección sobresaliente, pero que es sorprendentemente romántica. Para esta película dejaré que seáis vosotras y vosotros mismos quienes descubráis en su proyección sus maravillosos detalles y secretos, así mismo, sin desvelar más de la trama os hablaré de la vejez, que para mí es el verdadero elemento “terrorífico” de este film.
Esta película tiene para mí dos propuestas inteligentísimas de dirección, por un lado, la forma de enfrentar a los personajes de manera paulatina y pausada; y por otro la honestidad y sutileza con la que lo hace. Con un ritmo pausado que nos va calando como la llovizna y con un cuidadísimo apartado técnico, que no abusa del jumpscare, apuesta por una atmósfera sólida, inmersiva y veraz.
Reflejado en una maravillosa escena en la que Susana (Almudena Amor) baña a su abuela Pilar (Vera Valdez), Paco Plaza no tiene pudor en mostrarnos el cuerpo de Pilar, cuerpos de los que apartamos la vista muchas veces, un cuerpo curtido por los años al que aún le quedan destellos de lo que fue, en contraposición a las jóvenes manos de Susana que son observadas por la envidiosa y perdida mirada de Pilar, nos da un resquicio de lo que será el tono y el tema principal de la película.
Pero no queda ahí, pues en una siguiente escena, Susana mientras se mira a un espejo, descubre una cana y sumado a los sucesos que ha empezado a vivir es ahí cuando empieza asustarse. Paco Plaza es brillante, graba este hecho como un gran y terrorífico descubrimiento, porque es así como nos está imprimiendo de manera subliminal el mensaje del terror a la vejez.
Carlos Vermut, desde el guion, crea todo un imaginario propio que puede recordar a otras películas con la misma temática, pero con un toque único, lo que nos ubica, pero nos sorprende y eso como espectador debería se agradece enormemente, además de la gran calidad y solidez de situaciones y de personajes.
Y para acabar de redondear lo que parece ya es una fórmula perfecta, Almudena Amor y Vera Valdez bordan completamente el papel, desde el minuto uno la relación abuela-nieta queda totalmente establecida y es completamente creíble.
Sin duda uno de los mejores ejercicios cinematográficos del género que solo hacen acrecentar mi admiración por estos dos gigantes de nuestro cine.