2’5 Butacas de 5
La directora alemana Franziska Stünkel nos trae su primer debut en el cine con la película ‘El espía honesto’ escrita y dirigida por ella.
Basada en hechos reales, la trama nos cuenta la historia de Franz Walter un científico que trabaja como espía en el servicio de inteligencia exterior de la RDA (República Democrática Alemana) hasta que pueda acceder a su puesto soñado como catedrático de universidad. A lo largo de la película veremos cómo se ve envuelto en unas prácticas atroces que pondrán en manifiesto sus verdaderos valores como ser humano.
Tenemos aquí un drama histórico, sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia alemana, el totalitarismo de la RDA que vulneró los derechos humanos a costa de sus fines políticos. Este filme supone así una denuncia a todos los asesinatos que el partido llevó a cabo por sus ideologías.
En mi opinión la película se queda en un quiero y no puedo, a pesar de ser una historia profunda y que habla sobre la conciencia del ser humano cuando están en riesgo varias vidas, la trama no llegó a emocionarme del modo en que debería y no creo que sea porque haya falta de interpretación.
Lars Eidinger que interpreta al protagonista, hace un buen trabajo, refleja muy bien las emociones y las contradicciones que tuvo que sufrir el científico en base a lo que se le exigía y lo que él creía como lo correcto.
En mi opinión son las escenas en sí, las que carecen del dramatismo que necesitan, hay muy poco tiempo entre una acción y otra, casi todo está grabado en planos generales que distraen la atención de los personajes y no consiguen atraparte en la historia, se queda en un intento fallido.
A su favor diré que está contada desde un montaje que va alternando el tiempo entre el presente y el pasado, a través del juicio que la RDA le realizó al científico acusándole de violación de las normas y al código al que juró lealtad. Un recurso muy utilizado para películas en las que se ven involucrados juicios como por ejemplo “North Country” de la directora Niki Caro, que narraba la historia con un montaje similar.
El resultado es un debut que refleja claramente, una dirección novel en el que el miedo a arriesgarse se nota presente, como pasa siempre en las primeras veces, aun así considero que Franziska Stünkel es una directora que quiere mostrar mucho y eliminar los tabús interpretativos y estaré encantada de ver más trabajos suyos para observar su evolución en el mundo cinematográfico.