4 Butacas de 5
Este recién inaugurado año 2022, el director Eric Besnard, (600 kilos de oro puro” y “Ca$h”) nos deleita con un sabroso bocado de su nueva película Delicioso. El film nos sitúa en la Francia del siglo XVIII. En los albores de la Revolución Francesa, el prestigio de una casa noble depende sobre todo de la calidad de su mesa. Cuando el talentoso cocinero Manceron, interpretado por Grégory Gadebois (“El oficial y el espía”) es despedido por el Duque de Chamfort, pierde el gusto por cocinar y decide volver a su casa en el campo. Allí conoce a la misteriosa Louise, encarnada por Isabelle Carré (“La historia de Marie Heurtin”), quien le devuelve la pasión por la cocina y le ayuda a abrir el primer restaurante en Francia.
La película es un festival de sensaciones para el espectador, pues conoce y por tanto sabe combinar diferentes géneros cinematográficos a la perfección, entendiendo como construirlos y hacerlos funcionar. El film entiende en que momentos pueden crearse situaciones de comedia dentro del drama que envuelve a un tema tan delicado como se nos presenta, el abuso de poder de una más que caprichosa nobleza. El ritmo de la película es constante y muy bien llevado, generado tensión cuando es necesario y dejando tan relajado como maravillado al espectador cuando la película lo necesita, apoyándose en parte por una más que excelente fotografía.
Destaco la ambientación, que nos sumerge plenamente a otro tiempo en una Francia que pide a gritos un cambio urgente en la conciencia social de sus habitantes. Otro aspecto fundamental es la relación entre todos los personajes de la película, ya sea la dualidad entre el Duque de Chamfort y Manceron, o la conexión que van construyendo este último e Isabelle, quién en mi opinión nos brinda una gran interpretación. Los personajes están construidos cuidadosamente al punto de permitir al espectador explorar sus miedos y ambiciones valiéndose de diálogos tan dulces o tan amargos como el guion lo requiera. Si el personaje de Isabelle es interpretado de forma más que sobresaliente, Grégory Gadebois, nos aporta un Manceron magistral, casi extraído de la Francia rural de la época.
Otro punto muy a favor es la decisión de trasladarnos a un entorno cercano al pueblo de Francia y presentarnos un problema que si bien originalmente se aleja de los problemas sociales de sus habitantes, descubriremos durante la película que esto no es más que un preludio que desembocará en un postre de lujo como lo es una ansiada revolución.
En general no considero que la película falle en ningún aspecto concreto, su ejecución a nivel técnico es más que notable y el film es muy disfrutable. Existen algunas referencias interesantes a la cultura de la época y creo que se sostiene más que de sobra. Las motivaciones de los personajes son claras y transmiten el mensaje de una forma entretenida y en cierta forma incluso didáctica, enseñando al espectador a luchar por nuestras ideas y a compartirlas con el mundo. Sin ninguna duda Delicioso es una película que deja al espectador satisfecho.