4’5 Butacas de 5
Toda buena película necesita una buena base y si de algo se puede enorgullecer Aaron Sorkin es de escribir buenos guiones, pero esto es algo que ya sabíamos. Tener una buena historia, como es la de la vida de Lucille Ball y su marido Desi Arnaz, no siempre lleva a una buena película. Para eso hay que saber contar la historia, y desde luego que Sorkin lo consigue, aunque dándole su toque personal (que puede gustar más o menos).
La historia se desarrolla durante una semana de la producción de la serie de televisión “I love Lucy”, de los años 50. En esa semana Lucille Ball, pionera de la televisión y protagonista de la serie, es acusada de ser comunista. Ya sabemos cómo se ponían (y se ponen) los estadounidenses con estos temas, así que esta noticia podría acabar con la carrera de Lucille y de su marido, Desi Arnaz, también actor en la serie.
Lucille está interpretada por Nicole Kidman y Desi por Javier Bardem. Ambos son actores muy reconocidos, pero yo no estaba preparada, al entrar a la sala de cine, para el derroche de talento del que hacen gala en esta película. La historia es buena, el guion es bueno, pero lo que hace excepcional “Being the Ricardos” son las actuaciones de sus dos protagonistas. Tanto los momentos de comedia como los de tensión los saben llevar perfectamente. Aun siendo caras tan conocidas, no se ve nada más que a Lucille Ball y a Desi Arnaz, lo cual suele ser complicado, pero ellos lo consiguen.
La película está estructurada por días, como si fueran capítulos. También hay algún flashback para explicar situaciones del presente con cosas que ocurrieron antes de la semana en la que se desarrolla la historia. Todo está perfectamente estructurado para que no haga falta explicar cuándo es el presente y cuándo el pasado. También la ambientación y el vestuario están en perfecta armonía, para conseguir envolver al espectador. Además de lo visual, los diálogos son ingeniosos, fluidos y naturales. La película pasa de la emoción a la tensión o a la risa con una simple conversación, que no es tan simple en realidad.
“Being the Ricardos” te cuenta una historia real, hace que entres de lleno en la trama y que quieras y entiendas a todos y cada uno de los personajes. Es dinámica, divertida y emocionante. Es de esas películas que me han recordado por qué me gusta el cine.