3 Butacas de 5
Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City, escrita y dirigida por Johannes Roberts, llega a nuestros cines este 26 de noviembre. Ambientada en 1998, la cinta nos narra los secretos de la misteriosa mansión Spencer y la desafortunada Raccoon City, ciudad sede de la popular farmacéutica Umbrella Corporation. El abandono del pueblo por parte de la compañía dejará atrás una ciudad fantasma con un gran mal gestándose bajo la superficie. Un grupo de personas tratará de descubrir los secretos más oscuros de Umbrella al mismo tiempo que luchan en pleno apocalipsis por su supervivencia.
De esta premisa parte el reboot cinematográfico de la popular saga de videojuegos de Capcom, Resident Evil. Y es que si venimos de la anterior adaptación protagonizada por la popular Milla Jovovich donde encontrábamos múltiples libertades narrativas, en el caso de esta nueva propuesta encontramos una aproximación mucho más ceñida al contenido original.
Y es que la película cuenta con la mayoría de los personajes de los videojuegos como protagonistas, siendo interpretados estos por Kaya Scodelario (Claire Redfield), Robbie Amell (Chris Redfield), Avan Jogia (Leon S. Kennedy), Hannah John-Kamen (Jill Valentine), y Tom Hopper (Wesker), entre otros. Nos encontramos así con un reparto de caras menos conocidas que no termina de cuajar durante la película, consiguiendo que echemos en falta el carisma de la interpretación de Milla Jovovich como Alice de la anterior adaptación.
Dejando a un lado la interpretación y centrándonos en el tono de la cinta, esta vez encontramos, como decía, una propuesta que trata de ser más apegada al contenido original. Esto hace que la película se distancie de la acción a la que recurría su predecesora para intentar acercarse al terror que se experimentaba en los videojuegos de Capcom.
Y creo que este deseo de fidelidad a la génesis de lo que significa Resident Evil es donde reside lo mejor y lo peor de la película. Siendo uno de sus puntos fuertes las numerosas referencias al videojuego, tanto a nivel diseño de producción, donde consiguen trasladarnos de manera sorprendente a la Raccoon City conocida por todos los amantes de la saga, como a nivel dirección donde observamos las tímidas intentonas por parte de Johannes Roberts por recordar al estilo propio de los videojuegos. Y es que nos quedamos con ganas de más, parece que esta ambición por asemejarse al contenido original haya supuesto un lastre para la película, haciéndola carecer del atrevimiento requerido para crear una cinta, que, aun respetando las bases de lo que adapta tenga una identidad propia.
En conclusión, Resident Evil: Welcome to Raccoon City es una película por y para los fans. Una cinta que puede que deje fríos a los más novatos en la franquicia, pero que seguro hace disfrutar a los fans de la saga con las numerosas referencias que se encuentran repartidas en la película.