3´5 Butacas sobre 5
El próximo viernes 4 de octubre se estrena La directora de orquesta, película dirigida por Maria Peters y protagonizada por Christanne de Bruijin, que cuenta las aventuras y, sobre todo, desventuras que Antonia Brico tuvo que vivir hasta convertirse en la primera mujer en dirigir la Orquesta Filarmónica de Berlín.
Es La directora de orquesta una película que se deja ver; unos bellos escenarios neoyorkinos y europeos de los años veinte, un vestuario cuidado al detalle, interpretaciones loables y, por supuesto, como se podía esperar de una película basada en la música, una más que sobresaliente banda sonora. Podría ser la típica película que recomendamos a alguien que quiera alejarse de las películas populares del momento y quiera pasar un buen rato en el cine. Sin embargo, La directora de orquesta va más allá de ser una película para pasar el rato con una estructura simple de camino del héroe—o heroína, en este caso—.
Recuerdo escuchar una conversación cuando salía de ver la película. Eran dos hombres. Uno comentaba que no había estado mal, que le había gustado, mientras que el otro torcía el gesto y opinaba que dos horas en las que ya sabes lo que va a pasar eran un desperdicio. Como no era de recibo acercarme a él y exponerle mis argumentos en contra de su parecer, os voy a dar dos razones para no hacer caso a cualquier crítica que vaya en esa dirección.
La primera es que, incluso hasta el último momento de la película, se produce un punto de giro en el guion. Podría quedarme ahí, pero, en el caso de que seáis personas con grandes dotes intuitivas, os diré que lo que menos importa en La directora de orquesta es lo obvio que pueda resultar el final—que, en mi opinión, no lo es—. No, lo que de verdad hace trascender a esta película es el desarrollo del personaje femenino.
El guion acierta al enfrentar abiertamente los roles de género; lo que se espera de un hombre y lo que se espera de una mujer. “Eres una mujer, busca un buen marido y cásate”, le dicen a Antonia en el conservatorio. Sin embargo, la joven pronto se dará cuenta de que vivir una vida de casados con el hombre que quiere y seguir el sueño de poder pisar por el mismo suelo que pisan los hombres puede ser una tarea imposible o, por lo menos, lo era. Y es que en esto también reside la importancia de La directora de orquesta, en mostrarnos las luchas de las que nos precedieron. No podríamos pretender abandonar los roles de género establecidos si nuestras antecesoras no se hubieran plantado ante aquello que les parecía injusto. La película es un importante documento para todas aquellas mujeres que trabajan arduamente en recopilar la historia de las mujeres, siempre ocultada y ninguneada.