‘¿Qué Hicimos Mal?’ Liliana Torres abre su corazón para enmendar errores de cara al futuro
Se ha hecho esperar unos cuantos años, pero rodar parte de una vida no es nada fácil. Liliana Torres presentó en el Festival de Sevilla una apuesta personal, que mezcla la ficción y la realidad a través de un largometraje testimonial en el que fluyen las emociones de sus integrantes. Una historia que ahonda en el pasado de la directora, ofreciendo una jugosa reflexión sobre los errores de la vida con el tema de las relaciones de pareja y sus respectivas crisis. Un largometraje lleno de sensibilidad, en el que la cineasta se enfrenta a la falta de entendimiento con su actual pareja en el largometraje, decidiendo viajar a diferentes puntos del mundo en los que residen tres de sus anteriores compañeros del amor.
A través de las respuestas de los protagonistas, las preguntas y momentos entrañables pero cargados de tristeza que tiene la película, descubrimos a una cineasta inmensa, con un talento excepcional para la narración y con un estilo alejado de todo lo convencional. ¿Qué Hicimos Mal? Es una mirada al pasado de la que aprender de nuestra vida para el futuro, a tratar de seguir amando y aprendiendo de los errores para luchar por el sueño de llenar un vacío que nuestra especie humana requiere.
Hablar ante la cámara del significado de las relaciones no es plato de buen gusto, quizás la respuesta se encuentre en el presente. Sin duda la mezcla de los elementos ficticios con los reales, nos ofrecen una profundidad que Liliana Torres convierte en virtud. Silencios, miradas, lo subjetivo…todo en la película es destacable, desde los miedos, las distancias, las inseguridades…todo basta para aprender de nosotros mismos y los demás.
‘Il Buco’, la profundidad de la contemplación del hombre
Michelangelo Frammartino regresa con una película tan llena de armonía y paz en sus planos, como intensa y solemne. Una bajada al abismo de una cueva en la que la vida humana aparece más que reflejada y sentida en la totalidad del largometraje. La historia de un grupo de espeleólogos del floreciente norte de Italia, que llegan a una meseta de Calabria donde el tiempo parece haberse detenido. Los intrusos descubren una de las cuevas más profundas del mundo, el Abismo de Bifurto, bajo la mirada de un viejo pastor, único testigo del territorio virgen que se comunica con el paisaje a base de gritos. Una película excesivamente poética y contemplativa pero llena de una belleza artística infinita. La metáfora de la vida y la muerte, a través de la inmersión cinematográfica en la cueva, es la entrada en el alma de un largometraje especial, capaz de enamorar a quien admire este tipo de largometrajes, pero también ser odiado por otros. Sin duda a nivel técnico es espléndida, su narrativa es difusa pero queda perfectamente claro el mensaje a transmitir gracias sobre todo a la labor sonora del largometraje.