4 Butacas de 5
Hay días que vas al cine a desconectar, a sorprenderte, a evadirte… para cualquiera de esos días Entre Rosas es la película perfecta.
Protagonizado por la veterana Catherine Frot, este film cuenta la historia de Eve, una prestigiosa diseñadora de rosas venida a menos, con un gran problema de solvencia en su negocio. Eve tiene un admirable don, pero sus creaciones están pasadas de moda, tiene un competidor mucho más joven y con mucha más suerte y ella no logra salir del bache. Al menos hasta que su fiel asistente, Vera, le sorprende con tres nuevos trabajadores un tanto dispares, a los que terminará necesitando mucho más de lo que esperaba.
Sin dejar atrás el humor francés característico, su director Pierre Pinaud consigue emocionar y hacer reflexionar con esta película.
¿Qué es la vida sin belleza?
¿Cuánto aguantarías por un negocio que amas pero que está prácticamente en la ruina?
¿Qué serías capaz de hacer por mantener en pie un legado familiar?
La protagonista, Eve, con la que logras empatizar desde el principio pese a su huraño carácter, es la perfecta maestra y, al igual que hace con sus aprendices, guía a los espectadores a través de procesos de hibridación y campos llenos de rosales.
Pero Entre Rosas, no habla solo de flores, Pinaud también trata un tema con mucha delicadeza, la amistad. Es verdad que en un inicio es algo previsible, pero eso no nubla lo emocionante de historia de amistad entre dos personas en apariencia completamente distintas, inclusive generacionalmente, pero interiormente sumamente parecidas, ambas guiadas por el afán de no fallar.
En definitiva, Entre Rosas es una película llena de color, ternura y sobre todo humor. Una de esas películas que consiguen sacarte una sonrisa. En ella, su director, muestra como con paciencia, trabajo en equipo y pasión, todo se puede conseguir, incluso que las rosas florezcan en otoño.