4 Butacas de 5
Llega a los cines la nueva apuesta del cine español, Mediterráneo. Marcel Barrena dirige esta película para llevarnos al otoño de 2015.
La población española observa la tele desde sus casas y en el telediario, la imagen de un niño ahogado en la costa del Mediterráneo. El protagonista de esta historia, Óscar (Eduard Fernández) un socorrista impactado por esta noticia, decide viajar a la isla de Lesbos, Grecia junto a otro compañero para ayudar. Allí se encontraran con una crisis humanitaria cuyas magnitudes desconocían: miles de personas cruzan a diario el Mediterráneo desde Turquía en barcazas que ponen en riesgo sus vidas para huir de una guerra.
Creo que para valorar este filme, tenemos que saber las múltiples caras que puede tener el cine. No podemos esperar encontrarnos en esta película un metraje para reírnos y llorar, y luego volver a nuestras casas como si nada. El cine es mucho más que entretenimiento, es expresión, divulgación y un medio muy importante para denunciar la realidad. No será la mejor película que se estrenará este año pero es necesaria a la par que efectiva en su objetivo.
Es una denuncia a una política que mira hacia otro lado cuando miles de personas que huyen de un conflicto armado, se encuentran con que nadie les presta ayuda en países mucho más civilizados. Hay un momento de la película en que el personaje de Dani Rovira lo deja claro “Se pasan la pelota unos a otros”.
El argumento de esta película es una historia real sobre cómo se acabó fundando el Proactiva Open Arms, una ONG española dedicada al rescate en el mar. El filme es potente en su mensaje, no cae en situaciones forzadas u omite datos de ningún tipo, considero que es muy realista la forma en que se ha trabajado el guion, y visualmente retrata muy bien los escenarios a los que tienen que enfrentarse los refugiados, desde un mar que les ahoga, unas barcazas que tienen que romper antes de llegar para ser refugiados y no inmigrantes ilegales o la llegada a Moria, el mayor campamento de refugiados en Europa con unas condiciones inhumanas.
Eduard Fernández junto al resto del reparto, desempeñan un gran trabajo con sus personajes, todos transmiten mucha naturalidad, sobre todo me sorprendió la actuación de Dani Rovira, me preocupaba que no pudiera quitarse ese aura de comedia que siempre tiene, pero ha sido el que más me ha impresionado de todos en este drama. Poco a poco el actor ha conseguido quitarse ese papel de cómico para poder darnos mucho más de sí mismo.
En conclusión, es una película muy necesaria para que podamos llegar a entender todo lo que se está sufriendo en el Mediterráneo. No esperes venir a ver una película sin más, es una invitación a la reflexión de los daños colaterales de un conflicto armado y de cómo la gente pone en riesgo sus vidas para buscar una vida mejor. Los griegos son retratados como carentes de humanidad aunque según avanza el filme vemos su evolución cuando van siendo conscientes de lo que ocurre realmente en sus costas. También es una crítica a la Unión Europea y toda la política que promueve una ayuda para todos, pero luego mira hacia otro lado cuando toca actuar.
Te invito a ver esta película no solo para pasar el rato, sino para que cuando termine no seas capaz de levantarte al instante debido a la conmoción por descubrir una realidad atroz.