3’5 Butacas de 5
El próximo 24 de septiembre tendremos en nuestras pantallas la secuela de “No respires”, la tensa y sorprendente cinta dirigida por Fede Álvarez. En esta ocasión está tras las cámaras debutando Rodo Sayagues, quien es el encargado de escribir el guion junto a Fede en ambas partes. ¿Qué tal estará el debut de Sayagues, estará la cinta al nivel de la primera?
Pues en mi opinión, “No respires”, no llega al nivel de su predecesora, pero, esto no le impide ser una película palomitera muy disfrutable. Y es que, en su hora y media de metraje hará honor a su nombre, y dejará sin respiración al espectador, abarrotándolo de escenas de máxima tensión, y de violencia brutal de la mano de un Stephen Lang que pasa de ser el villano de la anterior, para ser el protagónico antihéroe de esta secuela.
Y es que el gran punto de esta película es Stephen Lang, el actor dota de personalidad al frío e implacable Norman Nordstrom, un anciano ciego con experiencia militar, que cuida de su ‘hija’ Phoenix.
La secuela tan pronto nos presente a los personajes, nos meterá de lleno en la acción y la violencia, y ya no nos soltará hasta el final. Quiero destacar sus peleas, pues a los aficionados del buen cine de acción, estoy seguro que los combates y la violencia les resultará más que gratificante.
Aunque, por otra parte, en la primera nos podíamos llegar a creer que un hombre ciego con experiencia en su territorio, fuera capaz de fastidiar a tres ladrones que entran a robar en su casa, pero en esta cinta se enfrenta a enemigos más fuertes y también bien preparados, y se pierde por completo cualquier atisbo de verosimilitud, pues fácilmente podríamos decir que Norman es una mezcla de John Wick y Daredevil, en esta secuela.
Finalmente, me gustaría hacer mención a la dirección de Rodo Sayagues, pues pese a que la primera parte tiene un manejo de la tensión muy superior, Sayagues en su debut ha demostrado que sabe dirigir con solvencia.
En definitiva, una cinta que pese no llegar al nivel de su genial antecesora, no deja de ser un producto sumamente entretenido y disfrutable, con un dúo protagonista carismático, con un ritmo frenético, y unas escenas de acción brutalmente salvajes, es decir, todo un disfrute para el público que busque buena violencia y acción vertiginosa.