3´5 Butacas de 5
Estar en paro no es una situación agradable. Tampoco lo es despertarse todas las mañanas tratando de optar a un puesto laboral y encontrarte ante tu mirada como no cumples el perfil por edad, estudios o escala social. Así es la realidad, tan cruda como la que vivimos.
Desahucios, sueldos escasos o intrusismo, son muchos los elementos que intervienen en el mazazo social al que se ven expuestos millones de ciudadanos. ¿Es posible reírse del panorama dejando de lado el sentimentalismo? La respuesta es sí, y ‘El Club del Paro‘ de David Marqués es una notable prueba de ello.
La película se estrena el próximo 17 de septiembre, en forma de comedia satírica para ponernos de manifiesto una realidad que, aunque sea una absoluta ficción en el film, bebe de los sorbos más espumosos de nuestras relaciones diarias.
Cuatro amigos formados por Carlos Areces, Fernando Tejero, Adriá Collado y Eric Francés, representan a cualquiera de los que tratamos de buscar un poco de pan a nuestras bocas y ahogamos nuestras inseguridades, complejos y penas en un bar hablando de la vida. El cineasta, guionista de ‘Campeones’ y ‘Descarrilados‘, esboza a través de diferentes situaciones cómicas, un retrato mordaz de todos los elementos que nos hacen estar en el desempleo.
Subvenciones, peloteos, incompetencia profesional, todo forma parte de un puzle que tiene muchísimas piezas calcadas a la realidad, incluso su crítica política y económica a lo que vemos diariamente. La puesta en escena ayuda mucho también al desarrollo del largometraje, no solo porque en algunos momentos parezca casi teatral, sino porque funciona como un tiro al mostrar algunas situaciones en pequeños gags que sacan lo mejor de sus actores frente a la cámara.
‘El Club del Paro‘ es un film notable con el que disfrutar y reírnos de nuestra propia conducta. Unos personajes que muestran la realidad social de este país en todos sus ámbitos, a través de un guion en el que sus escritores han tenido que disfrutar plasmando un drama que se aleja por completo de lo lacrimógeno para rizar la sátira a través de diálogos inteligentes.
La película cuenta además con la intervención de otros intérpretes españoles como Antonio Resines, Javier Botet o María Isasi, haciendo unos roles que son el acompañamiento perfecto de unas situaciones que arremeten contra gobierno, economía y desde luego los que envidian la suerte ajena.
Un film que no pierde gas en ningún momento, no solo por la cerveza fresquita que representa su temática sino porque sus diálogos poseen una fuerza creativa y capaz de hacernos reflexionar y reír durante todo su metraje.