La adaptación de la aclamada novela de Ian McGuire sobre un barco ballenero del siglo XIX que zarpa con un asesino a bordo está protagonizada por Colin Farrell y Jack O’Connell.
La edición 54 del Festival de Sitges acogerá el estreno del primer episodio de ‘La sangre helada’ el 16 de octubre.
El Festival de Sitges acogerá el preestreno el 16 de octubre del primer episodio de la miniserie ‘La sangre helada’, que adapta la novela de Ian McGuire y está protagonizada por Colin Farrell (‘Perdidos en Brujas’, ‘Ava’, True Detective’, ‘Alejandro Magno’) y Jack O’Connell (‘Pequeño pez’, ‘Convicto’, ‘Invencible’, ‘Godless’).
La miniserie de seis episodios creada, dirigida y escrita por Andrew Haigh (‘Looking’, ‘Weekend’, ’45 años’) sobre un barco ballenero del siglo XIX que zarpa con un asesino a bordo se podrá ver en Movistar+ poco después.
En el reparto, además, Stephen Graham (‘Condena, ‘Line of Duty’, ‘The Virtues’) como el capitán Brownlee al mando del barco; Tom Courtenay (’45 años’) como Baxter, el propietario del ballenero; Sam Spruell (‘The Last Ship’, ‘Small Axe’) en el papel de Cavendish, primer oficial de la nave; y Peter Mullan (‘Westworld’) en un papel episódico en el ultimo capítulo.
Sinopsis
Patrick Sumner (Jack O’Connell) es un joven cirujano aún marcado por los horrores de su experiencia como sargento del ejército británico en la India. Con la idea de huir de los fantasmas del pasado, opta por alistarse como médico a bordo del Volunteer, un ballenero a punto de zarpar desde Yorkshire en una expedición a las heladas aguas del Ártico. Durante la dura travesía, Sumner se enfrentará al arponero oficial del barco, Henry Drax (Colin Farrell), un tipo despiadado y frío que parece haber dejado en tierra todo sentido de la moral. En medio de un entorno hostil, con hombres que luchan por sobrevivir, el joven e inexperto Sumner pronto se ve atrapado en una espiral de violencia provocada por el sangriento psicópata.
Localizaciones realesLa serie se ha rodado en la ciudad inglesa de Hull y en el archipiélago helado de Svalbard, en el Ártico. La unidad de rodaje se desplazó durante tres semanas a 81 grados al norte, hasta el que se considera el punto más septentrional al que nunca antes se había llevado un rodaje. El barco también es una recreación real llevada físicamente al Ártico para rodar.