3´5 Butacas de 5
‘Cóctel Explosivo‘ (Gunpowder Milkshake) es dirigida por Navot Papushado, escrita por él mismo y Ehud Lavski. En montaje contamos con Nicolas de Toth (ya experto en películas de acción como X-Men Origins,o Terminator 3). En esta película no podemos dejar atrás el trabajo realizado en Diseño de Producción (David Scheunemann, de Deadpool 2 y Atomic Blonde) y Arte (Stephan Speth, con trabajos anteriores como Blade Runner 2049, o The Martian). Un punto para destacar es el representante de la exquisita iluminación del filme: Michael Seresin (La Guerra del Planeta de los Simios, Harry Potter y el Prisionero de Azkaban).
Lo que no se le puede negar a Gunpowder Milkshake, es que tiene un estilazo. Desde el primer hasta el último plano es una película de lo más vistosa, cargada de vivos colores e iluminaciones de neón (muy de los 80) que llenan la pantalla y nos abruman por completo.
Puede que la profundidad de la trama no sea el pilar central sobre el que se sostenga esta película. No obstante, es preciso señalar que esta parte se salva bastante bien en ese sentido con el resto de sus aspectos técnicos. Así como muchas películas de este género, no merece la pena poner el foco en la complicidad del guion (además de que puede resultar bastante aceptable); la mayoría de este tipo de producciones no lo hace, este no es su objetivo desde el inicio.
Cuenta con una acción trepidante y atrevida, cargada de brutalidad y un puñado de escenas a cámara lenta que se convierten en los aspectos más disfrutables del metraje. Aun así, no es una película que abandone por completo la ternura. Sam (Karen Gillan, Vengadores: Infinity War, Guardians of the Galaxy) y su madre Scartlett (Lena Headey, Game of Thrones, 300) son el plato principal de la película. Una madre y una hija distanciadas por culpa de la vida de sicario y el sentido del honor. Es un buen añadido al universo cinematográfico del “bien por ella”.