4 Butacas sobre 5
Las adaptaciones de libros están a la orden del día en Hollywood y en el cine a nivel internacional. Son muchas las novelas que se han llevado a la gran pantalla, pero no todas han tenido el mismo éxito a todos los niveles. De hecho, es posible encontrar que, algunas de las mejores películas de la historia del cine, son adaptaciones de libros (como es el caso de Cadena perpetua, El señor de los anillos o Forrest Gump). Ahora nos llega una nueva adaptación más, pero esta vez, la película tiene poco que ver con la obra: Monos.
Monos nos cuenta la historia de ocho jóvenes colombianos que forman parte de un pequeño grupo de guerrilleros. Estos adolescentes viven en la cima de una montaña, con el objetivo de custodiar a una rehén estadounidense y de cuidar de una vaca lechera, secuestrada con anterioridad. Sin embargo, los jóvenes se irán deshumanizando con el paso del tiempo, convirtiéndose más en animales que en seres humanos.
Hay que alabar el trabajo de Alejandro Landes, a la hora de crear el guion de la película. Monos es una gran adaptación de El señor de las moscas, clásico de William Golding, y tiene poco que ver con la película del brasileño. Landes se desvía de la historia original para contarnos algo muchísimo más interesante, real y que te parará el corazón en varias ocasiones.
Esto es gracias a que, a lo largo de la película, podemos ver como estos adolescentes van perdiendo la razón, convirtiéndose casi en monos (como bien dice el título de la película). La forma que tiene Landes de contarnos la evolución de estos personajes, en un marco tan realista como terrorífico, es fascinante a la par que horroroso (en el mejor sentido, ojo).
Pero Monos no solo quiere tratarte una película, una mera historia de ficción, sino que quiere contarte el terror que supone la guerra, y como esta puede llegar a hacer que unos niños como los que protagonizan la cinta de Landes, que más tendrían que estar en el instituto, viviendo unas vidas apacibles y normales, terminen metidos de lleno en la crudeza de la guerra. Eso es lo que más me fascina de toda esta película. Y sinceramente, solo puedo aplaudirlo.
Landes dirige la película de una manera magistral, de eso no cabe ninguna duda. La cinta tiene una manera muy destacable de mostrarnos la violencia, el terror y la infancia rota. Sin embargo, la trama de Monos no puede llegar a soportar su duración de dos horas. La primera parte es incuestionablmente buena y entretenida, pero la segunda parte no consigue enganchar al espectador, y no terminas de entrar en ciertos aspectos. Sin embargo, su tramo final es oro puro.
En el apartado interpretativo, no tengo ninguna quejar sobre ninguno de los actores. Julianne Nicholson realiza la interpretación de la película, en su papel de la doctora norteamericana que será tomada como rehén por los protagonistas de la historia. Sin embargo, no hay que menospreciar el trabajo que realizan los jóvenes, sobre todo Moises Arias, que consigue une interpretación terroríficamente perfecta en el papel de ese líder que no tiene ningún tipo de piedad. Bravo.
En conclusión, Monos es una de las mejores películas extranjeras del año. Landes dirige su propio ‘El señor de las moscas’ con una maestría y un guion fascinantes, junto con unas interpretaciones escalofriantes y llenas de terror. Si tuviéramos que definir esta película en una frase, sería esta: la crudeza de la guerra retratada en las vidas rotas de los jóvenes.