“The Tragedy of Macbeth” de Joel Coen tendrá su premiere mundial como película inaugural del 59º Festival de Cine de Nueva York, el 24 de septiembre. La valiente y creativa lectura de Joel Coen de la obra escocesa es un trabajo lleno de severos claroscuros y de una rabia cautivadora. Se trata de un filme de una angustia desbordante que examina, con fascinación, un mundo devastado por la avaricia y la ambición sin mesura. Denzel Washington, en un registro muy introspectivo, interpreta al hombre que quiere ser rey, y una maquiavélica Frances McDormand es su Lady.
Ambos ofrecen meticulosas interpretaciones de unos personajes hastiados, una pareja que acabará tramando un asesinato político y enloquecida por la culpa, tras escuchar los pronósticos malévolos de un trío de “hermanas fatídicas” (encarnadas por Kathryn Hunter, que ofrece una actuación física prodigiosa). Pese a estar influida por el lúgubre diseño visual (y el formato de pantalla) de las adaptaciones clásicas de los años 40 dirigidas por Laurence Olivier, y por la sanguinaria locura medieval del “Trono de Sangre” de Kurosawa, el relato de ruido y furia de Coen es inequívocamente suyo. Esta versión refleja el momento actual a través de una historia terrorífica sobre un asalto amoral al poder político que, como su protagonista, avanzará sin piedad hacia el infierno. Un estreno de Apple/A24.