3 Butacas de 5
Hubo una época en la que las películas de terror estaban cortadas por el mismo patrón. Un asesino, criatura o esquizofrénico perseguían sin cesar a adolescentes de hormonas disparatadas para convertir el contexto en un espectáculo sanguinario. Scream, Leyenda Urbana, Sé lo que hicisteis el último verano o Km. 666. Es precisamente esta última la que se ha apuntado a la lista de nuevos reboots de sagas trayéndonos Wrong Turn: Sendero al Infierno.
La trama de la película no dista demasiado de la original pero sí que incluye ciertos elementos que la hacen mucho mejor película y profunda. Charlotte Vega (Jen) es la protagonista, una chica adolescente que se marcha con sus amigos a hacer un recorrido forestal durante unas vacaciones. Ocurre que ese bosque está lleno de trampas mortales que convertirán a nuestros protagonistas en las presas de un grupo de personas que viven alejadas de la sociedad del pueblo.
Matthew Modine, padre de Jen, emprende una búsqueda sin cesar en busca de respuestas que le den el paradero de su hija. Una persecución de tensión y en la que la película no solamente nos regala algunas muertes dignas de recuerdo, también deja posar varias ideas profundas políticas y sociales para que el espectador recapacite. ¿Somos más salvajes los que vivimos alejados de la vida diaria o quizás los que residen en la urbe? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a soportar el comportamiento machista de algunos hombres y la posesión?
El largometraje, como os digo, no es una simple revisión del film original de 2003 en la que un grupo de seres mutantes cazaba sin cesar a sus jóvenes protagonistas, la nueva visión de la película profundiza en sus villanos, haciéndonos pensar y posicionarnos en un bando u otro en el que la supervivencia está en juego.
Una película que agradará a quienes no vayan a la sala del cine con pretensiones, simplemente para dejarse llevar por un producto de puro entretenimiento lleno de tensión y con un par de giros que nos harán disfrutar mucho más de la película.