3´5 Butacas de 5
Marc Fitoussi (Selfie, Copacabana), ha dirigido y escrito este filme en compañía del productor Christine Gozlan (quien lleva detrás películas aclamadas por el público como Vera Drake o Ponette) y David Poirot (algo más debutante en el gremio, con “A Decent Man”y “Joseph et la Fillie” a sus espaldas).
La película no despunta en sus aspectos técnicos, aunque se pueda percibir cierto decoro en la iluminación y en la fotografía. Es aceptable y compagina bien con el tono y el ritmo de esta. Es una historia calmada, en ocasiones hay cabida para algún gag cómico que suaviza el ambiente y maneja bien el crecimiento de la tensión desde el primer momento. Sin embargo, le cuesta agilizar del todo algunos puntos de giro y el clímax hacia el final del metraje.
“Las apariencias” (Les Apparences” como título original) nos sitúa en la hermosa Viena en la actualidad, en el seno de una empoderada familia francesa que recibe su renta de la música clásica. Henri, interpretado por Benjamin Biolay (Personal Shopper), es un virtuoso y loado director de orquesta que viaja por Europa. Está casado con Eve, encarnada por Karin Viard, quien destaca en su papel de protagonista (La Haine, Delicatessen).
Desde el inicio se nos presenta el tema central del filme: algo no funciona en el matrimonio de Henri y Eve. La monotonía de todo lo relacionado con el éxito y lo protocolario aburre al director de orquesta y su mujer procede a sospechar de su infidelidad. La historia gira en torno a una notoria representación de la femme fatale adaptada a la actualidad, quién sabe si de forma premeditada o no. Esto puede encajar muy bien o muy mal, se trata de un concepto un tanto reutilizado en el cine y anticuado en el sentido cultural en los últimos años. Aun así, Eve es el centro de la película, desea vengarse, y lo logra, pero está atada por el amor que le sigue profesando a su marido. No obstante, la verdadera razón que la lleva a actuar es mantener y proteger las apariencias ante los ojos de aquellos que la rodean, sobre todo tratándose de un ambiente tan soberbio y elitista. Por culpa de esto, Eve se mete en líos, comete errores y conoce a Jonas(Lucas Englander), quien será el detonante de toda la tensión y trasladará la trama casi de la comedia romántica al thriller y al suspense.