'La Calle del Terror- Parte 2: 1978': ¡Felices vacaciones sangrientas!

'La Calle del Terror- Parte 2: 1978': ¡Felices vacaciones sangrientas!

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Corría el año 1980 cuando Queen cantaba Another One Bites the Dust, un temazo que hizo bailar y saltar a miles de generaciones. Ese mismo año, Sean S. Cunningham lanzaba en las carteleras americanas ‘Viernes 13’, la primera de una serie de películas en las que conoceríamos al malvado Jason Voorhees junto a su terrible mamá. Jason, se convirtió en un icono del slasher regando de sangre el campamento Cristal Lake y haciendo gritar a cientos de jóvenes deseosos de quemar hormonas en verano.

Es precisamente hasta esta época donde retrocede la segunda parte de la sensacional La Calle del Terror, la trilogía de películas de terror que ha lanzado Netflix este mes de julio. El largometraje retoma la acción justamente donde acabó su predecesora, es decir con Josh y Deena atrapando a su malvada amiga poseída por un maldito espíritu. Es en ese momento cuando deciden visitar a Ziggy Berman, la única superviviente junto a Sheriff Nick Goode de la matanza de 1978 en el Campamento Nightwing. Tras llegar a la casa, Ziggy decide desvelar la historia que le marcó a ella, su hermana y amigos en ese horrible lugar.

Unos sucesos que comenzaron con la llegada de las vacaciones de verano, época en la que las actividades del Campamento Nightwing están a punto de comenzar. Juegos, actividades, un poco de mal rollito entre grupos…cuando de repente el ansia de matar se apodera de otro habitante de Shadyside, y la diversión estival se convierte en una truculenta lucha por la supervivencia.

Si tu primera pregunta es saber si esta segunda parte supera a la primera, la respuesta es afirmativa. Básicamente porque si la primera parte ofrecía un retrato fresco y lleno de guiños a populares secuencias y personajes de otra película, este segundo capítulo de la trilogía no solamente es mucho más sangriento, es más personal, individual y profundiza más en el misterio de la maldición de Shadyside.

La película no solamente nos regala algunas dosis de humor adolescentes, escenas subiditas de tono a tope de hormonas, y por supuesto unos deliciosos chorros de sangre que harán estremecerse a más de uno. Si ya has visto la primera parte, aquí conocerás como el espíritu de la malvada bruja posee a Tommy Slater, uno de los monitores del campamento que comienza a regar de sangre el campamento con su hacha. La película sigue demostrando su gran poderío a nivel de maquillaje, efectos de gore, unas muertes sorprendentes, y por supuesto unos guiños que no solamente os harán recordar a Viernes 13, también al mítico Víctor Crowley, asesino de la saga Hatchet.

Lo mejor del largometraje no solamente es la identidad propia que posee, sino que innova con los códigos de terror que se vienen ofreciendo. Aquí no hay bondad, simplemente pura maldad y ganas de darle sentido a la maldición de Sarah Fier. No solamente profundiza más en ella, aumenta la tensión por momentos convirtiéndose en su segunda parte en todo un espectáculo de caza a la presa. Un film más sólido, ambicioso y que se deleita en una historia mucho más pura del género slasher.